Un Mallorca inoperante en ataque también sucumbió en el inexpugnable El Sadar por mucho que Osasuna practique un fútbol muy poco llamativo. Con un juego directo y sin concesiones, los de Arrasate se adelantaron en el marcador a los 3 minutos en un error de Reina y sentenciaron en el segundo tiempo con más aplomo que los de Vicente Moreno, que pusieron toda la artillería sobre el campo pero muy pocas ideas para alimentarla.
ALINEACIONES:
C.A. Osasuna.- Rubén (1), Nacho Vidal (2), Unai García (1), David García (1), Clerc (1), Oier (1), Fran Mérida (1), Roberto Torres (1), Rubén García (0), Kike Barka (2) y Juan Villar (1).
Minuto 72, Iñigo Pérez (1) por Fran Mérida. Minuto 80, Xisco (-) por Juan Villar. Minuto 86, David Rodríguez (-) por Kike Barja.
R.Mallorca.- Reina (0), Sastre (1), Valjent (1), Raillo (1), Estupiñán (1), Baba (2), Salva Sevilla (1), Merveil (1), D.Rodríguez (1), Lago Jr. (1) y Alex López (0).
Minuto 60, Budimir (0) y Ariday (0) por Dani Rodríguez y Merveil. Minuto 78, Abdón (-) por Alex López.
ARBITRO:
Sagués Oscoz (2), del Comité Vasco. Tuvo una mañana plácida sin mayor dificultad que amonestar a Sastre, Lago Jr. y Ariday por parte del Mallorca y a Fran Mérida, del Osasuna.
GOLES:
Minuto 3, centro frontal desde la derecha, Reina sale a por uvas a ras de suelo, no atrapa el balón y Kike Barja aprovecha a portal vacío. 1-0
Minuto 60, Kike Barja se anticipa en un saque de Reina, progresa hasta la línea de fondo y cede raso y fuerte para que Roberto Torres fusile desde cerca. 2-0
COMENTARIO:
Para el espectador hay dos clases de partidos: aquel en que cuando el árbitro pita el final de la primera parte parece que solo han transcurrido veinte minutos o los que a la media hora ya estás mirando el reloj para ver si nos vamos todos al descanso y abandonamos el bostezo. El de ayer en El Sadar fue de estos últimos porque el fútbol que practica Osasuna, muy de fuerza, muy directo y muy del norte, no es precisamente de los más atractivos y también porque el Mallorca no encontró jamás la réplica, careció de referencias e ideas ofensivas y sus cuatro únicos disparos a portería tuvieron que salir de las botas de sus dos laterales, Sastre y Estupiñán, y un libre directo de Salva Sevilla, desaparecido en combate, en la única intervención difícil del guardameta navarro.
Hay errores, si. El matinal fue inmisericorde para el otrora seguro Reina, que regaló el primer gol y casi sirvió el segundo, pero también se contabilizan los desaciertos y los pupilos de Vicente Moreno cayeron más por estos que por aquellos. Muchos nos preguntamos por la serie de oportunidades concedidas a Merveil, si bien las tardías apariciones de Ariday las podrían explicar. Pero más echamos de menos a Fran Gámez, sin que nadie haya hecho más méritos para ocupar su demarcación al menos en términos de defensa. Encajar cuando hay parte del público que ni siquiera ha llegado a sus localidades condiciona mucho, razón de más para adoptar medidas urgentes en lugar de abonar los intereses del enemigo, paciente en la espera y hambriento de contraataque.
Pamplona no ha presenciado esta temporada la derrota de su equipo. Pero no hay para tanto. La diferencia radica en que si yo utilizo como arma un simple mondadientes y tu enarbolas una pistola, tengo todas las de perder. Los de Jagoba juegan poco, pero presionan, corren y cierran la salida de sus rivales para ahogarles en terreno propio. No se complican. Enfrente tuvieron a una escuadra sin rumbo, falló su brújula sin encontrar la estrella polar y el recurso individual de Lago Jr fue desactivado por Nacho Vidal. Falto de orientación y chispa, Alex López era un náufrago en medio de un inmenso océano vacío pese la presencia de numerosos efectivos. Abdón y Budimir, inactivos, salieron ya muy tarde, con 2-0 en el luminoso, y tampoco la alineación de más cañoneros garantizaba mayor éxito.