Reacción tardía

El Mallorca perdió en Gijón en un partido en el que reaccionó muy tarde al gol de Blackman y aunque apretó en el último cuarto de hora en busca del empate y con más corazón que cabeza, el Sporting perdonó de manera incomprensible en sendos contraataques un castigo mayor, sobre todo cuando en tiempo de prolongación y ya sin portero, uno de sus delanteros le quitó el balón a su propio compañero.

ALINEACIONES:

Sporting.- Mariño (1), Geraldes (1), Peybernes (1), Babin (2), Cordero (1), Salvador (1), Mendes (1), Carmona (2), Lod (0), Blackman (1) y Djudjevic (1).

Minuto 54, Traver (1) por Lod. Minuto 68, Pérez (1) por Blackman. Minuto 78, Alvaro (-) por Carmona.

R.Mallorca.- Reina (2), Gámez (1), X.Campos (2), Raillo (2), Sastre (0), S.Sevilla (1), Pedraza (1), P.Valcarce (1), D.Rodríguez (1), Lago Jr. (1) y Alex López (2).

Minuto 59, Pervis (1) por Gámez. Minuto 67, Buenacasa (1) por P.Valcarce. Minuto 78, Abdón (-) por D.Rodríguez.

ARBITRO:

Moreno Aragón (1), del Comité de Madrid. Quiso contemporizar al principio y tuvo que tirar de tarjetas en la segunda parte. Las mostró a Pedraza, Sastre, Raillo y Gámez, del Mallorca y a Mendes del Sporting.

GOL:

Minuto 58, Sastre se duerme al intentar sacar un balón del área, Djurdjevic mete la pierna para enviar al centro, donde Blackman se anticipa para marcar de cerca. 1-0

COMENTARIO:

Ganarle al Mallorca no es fácil ni dentro ni fuera de casa. Que sus jugadores lo dan todo es una evidencia ya constatada. Pero cabe advertir nuevamente que si su contrincante iguala este coraje, su espíritu de lucha y su intensidad, no es la épica quien decide sino el acierto y la inteligencia. Para ser sinceros solo al final buscaron los guerreros baleares, nunca mejor dicho, el premio de un empate a golpe de barullo que no tuvo más trascendencia en el marcador por el flagrante error de los rematadores asturianos que no solo le regalaron a Reina un regate arriesgado a cuarenta metros fuera de su portería, sino que incluso sin portero se arrebataron uno al otro la firma de la sentencia en la jugada tragicómica de la lluviosa noche.
  Diez minutos de acoso en el transcurso de los noventa y seis que duró el partido no son suficientes para revindicar un resultado mejor. En fútbol no todo es lo que parece y aunque el ímpetu mallorquinista oculte ciertas deficiencias, haberlas las hay. Por ejemplo la terquedad en mantener a Sastre en el lateral zurdo. Hace todo lo que puede y sabe, pero pierde precisión en la asistencia y seguridad en defensa. Para este viaje no eran necesarias las alforjas de Pervis Estupiñán, que finalmente tuvo que ser de la partida cuando el de Porreres ya había perdido los nervios. El sacrificado fue Gámez, protagonista de la única ocasión clara de gol que tuvo su equipo, aunque le diera la pelota al muñeco.
  No era el día. Salva Sevilla se quedó para sacar las faltas y los córners, total tres, sin que saliera ninguna a su gusto. Lago Jr apareció cuando la grada ya pedía la hora y por la banda derecha. Honor a Alex López que, sin oportunidad de lucir en el área, se fajó con Peybernes y Babin, que le saca una cuarta, como referencia para parar aunque no le siga ni el temple ni mando alguno. Es soldado, no torero.
  Al Mallorca le faltó creatividad y al Sporting, que aceptó el envite de la combatividad, puntería. De no haber sido así estaríamos hablando de algo muy distinto a una derrota mínima a la que siempre cabe aplicar el atenuante de la honra. Eso.  al menos, no se puede discutir. Claro que a lo largo del prolongado camino que queda hará falto algo más.