Rectificar no es de sabios

No entiendo muy bien la política de fichajes del Mallorca. Creo que su responsable o responsables, tampoco. Me pierdo entre las razones económicas y las necesidades deportivas, quien las decide y aplica, ni hasta que punto interviene el cuerpo técnico. Y que no me hablen del límite salarial que, por cierto, el Espanyol acaba de aumentar al aprobar una ampliación de capital de 50 millones de euros que le permitirá acudir al mercado invernal con un colchón más amplio.

Salir en este momento en búsqueda de un lateral implica un reconocimiento tácito de su error en los anteriores. Tiene cuatro, de lo que se deduce que Lumor y Rahman se consideran operaciones frustradas como complemento de Gámez y Sastre, poco fiables en la categoría. ¿Un delantero centro?. Hay cuatro en plantilla: Budimir, Abdón, «Cucho» y Alex Alegría, fichado con excesiva «idem» y con un contrato de larga duración. En cuanto a extremos, la nómina se dispara: Kubo, Ariday, Lagor Jr., Salibur y Chavarría. ¿Hace falta un sexto?. Puede que si, pero entonces aquí fallan los ojeadores, el director deportivo o el negocio es otro. Y todo sin considerar que el carrilero a lo mejor está en Santander, Enzo Lombardo y el «nueve» o al menos media punta en Alcorcón, Stoichkov. ¿Para qué se trajeron a Trajkovsky?. Con Reina y Parera ¿era necesario Fabricio o un portero en condiciones?. Habida cuenta del fiasco del tal Sedlar ¿no se impondría un central polivalente?.

El currículum no es para confiar la tarea a los mismos que han planificado de tal manera una plantilla con el objetivo de mantenerse en Primera, aunque en este club no dejan de plantearse preguntas sin respuesta y demasiados misterios sin aclarar.