Respiración asistida (3-2 en Son Moix)
Un comienzo angustioso y un final pidiendo la hora para celebrar la última cita del año en Son Moix. Bien está lo que bien acaba, porque la noche empezó fatal con un gol de Ibañez tras un rechace erróneo de Rajkovic como respuesta al lanzamiento de una falta lanzada con mucha potencia por Arnáiz. Para imponer la calma, Nastasic igualó solo cinco minutos después, de cabeza, a la salida de un córner. Ya en la segunda parte, el Mallorca volteó el marcador, primero con un tiro suave aunque colocado de Dani Rodríguez y después con un impecable cabezazo de Raillo para rematar un libre indirecto botado desde el lateral por el gallego. Sobre el minuto 90, un nuevo despiste defensivo permitió a Raúl recortar la clara distancia al batir desde muy cerca, demasiado, la meta local dejando las pulsaciones del respetable al borde del infarto durante los 300 segundos restantes.
ALINEACIONES:
R.Mallorca.- Rajkovic (1), Maffeo (2), Gio (1), Raillo (2), Nastasic (2), J.Costa (2), Samu (3), Morlanes (2), A.Sánchez (1), Dani Rodríguez (1) y Larin (0).
69 minutos, Sergi Darder (1) por Morlanes y Abdón (1) por Larin. Minuto 78, Copete (-) por J.Costa. Minuto 89, Amath (-) por A.Sánchez y J.Llabrés (-) por D.Rodríguez.
C.A.Osasuna.- S.Herrera (1), Areso (1), David García (1), J.Cruz (1), R.Peña (0), Torró (0), Moncayola (0), Ibañez (1), Moi Gómez (0), Arnáiz (1) y Budimir (0).
Tras el descanso Aimar (1) por Torró e Iker Muñoz (1), por Moi Gómez. 65 minutos, Raúl (1) por Arnáiz y Ch.Avila (1) por Ibañez. Minuto 80, Kike Barja (-) por Moncayola.
ARBITRO:
Melero López (2), de Málaga. Solamente ligeros errores de apreciación y, si acaso, algo más permisivo con los visitantes que con los locales en cuanto a la vertiente disciplinaria. Tarjetas amarillas a Maffeo, Raillo y Jaume Costa, del Mallorca y a Chimy Avila, de Osasuna. Marcó 13 infracciones a los navarros y 10 a los anfitriones.
GOLES.
Minuto 7, mano de Gio al borde del área. Arnáiz lanza un fuerte disparo que supera la barrera y Rajkovic repele frontalmente para que Ibañez, más rápido que los defensas, llegue antes y marque a puerta vacía. 0-1
Minuto 12, saque de esquina botado por Dani Rodríguez que cabecea Nastasic, por encima de su par, muy ajustado al palo. 1-1
Minuto 53, Maffeo coloca un balón en paralelo a la frontal del área y sin parar Dani Rodríguez lo pica con el interior de su pierna derecha raso y pegado al poste. 2-1
Minuto 61, el omnipresente Dani Rodríguez saca una falta lateral que Raillo, sin obstáculo, pone de cabeza por la escuadra a la derecha de S.Herrera. 3-1
Minuto 90, un rechace en el área local, provoca un envió a ras de suelo al interior donde, Raúl García, sorprende a la confiada zaga bermellona. 3-2
14.198 espectadores
UN SOPLO DE AIRE FRESCO
A la antigua usanza o no tan vieja, con cinco defensas y un solo delantero, Larin solamente es un un futbolista que juega como tal, para recibir a un equipo de su liga, el Osasuna. Así concibió Javier Aguirre la batalla para cuya estrategia, fútbol directo y a quien dios dé que san pedro se la bendiga, no necesita a Sergi Darder, que empezó el lance en el banquillo en beneficio de un Morlanes que cumplió con eficacia hasta que su físico aguantó.
Arrasate, convencido de que era una semana de tres partidos cuando en realidad solamente han sido dos, apretados eso si, tiró de rotaciones e improvisó a Juan Cruz, lateral zurdo, como central, más preocupado por poblar el centro del campo que la retaguardia. Pero su teórica superioridad numérica en la zona, cinco contra cuatro, era superada por los pelotazos largos después de interminables pases horizontales del trío de centrales de casa en busca de Larin que, al contrario que Muriqi, no coge un balón por alto, a veces ni lo disputa y mucho menos lo aguanta. Jugar como si estuviera el kosovar en el campo en lugar de en la grada, no parece buena idea.
El del empate conseguido pronto por Nastasic, un defensa más efectivo de lo que parece y extrañamente ninguneado por el director de fútbol Pablo Ortells, que le había dado la baja, impidió que se desatara la tormenta tras encajar el tanto inaugural. La esperanza renacida despertó a alguno de los combatientes que empezaron a buscar al más agresivo de ellos, Maffeo. Su pundonor y constantes subidas, fueron algo más que una cruz para Rubén Peña ante la dimisión de Arnáiz. No le iba a la zaga Jaume Costa, que corría su banda sin encontrar en su camino demasiadas barreras, ante la inhibición de Moi Gómez. Sin efectivos en la zona media, los de Javier Aguirre la dominaban empujados por el amplio espacio ocupado por otro guerrero: Samu Costa.
Pero la lid transcurría sin más opción que aprovechar acciones a balón parado las que, en definitiva, decidieron el peso de la balanza. Nada muy nuevo en el mediocre fútbol actual, ese que llaman negocio sin que se sepa muy bien para quién. Los cambios introducidos por los de Pamplona ya durante el descanso desde los vestuarios, apenas cambiaron el panorama que empeoró para ellos con una remontada que no merecía ser maquillada. Se precipitó Javier Aguirre en los relevos, sobre todo los dos últimos, porque Amat, esencialmente este, no está ni para el partidillo de los jueves. Menos mal cuando Osasuna pudo volver al partido ya era muy tarde, aunque el susto no se lo quitaron a nadie.
18 puntos para llagar al ecuador del campeonato no es un gran bagaje, pero permite respirar oxígeno para pasar la Navidad sin agobios mirando por debajo a aquellos que están peor, que no son pocos.