Resucitó Muriqi (2-1 en Son Moix)

Acechado por el descenso, un gol del «Pirata» en el minuto 91 supuso la cuarta victoria del Mallorca en el campeonato de liga. Antonio Sánchez poco después del descanso había abierto el marcador que igualó un Rayo romo en ataque tras un contragolpe que culminó Alvaro a puerta vacía tras un desafortunado despeje de Gio. La cabeza del kosovar a la salida de un córner salvó los tres puntos y los muebles.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Rajkovic (1), Nacho Vidal (1), Gio (1), Raillo (1), Nastasic (2), J.Costa (1), Mascarell (1), Sergi Darder (1), A.Sánchez (1), Dani Rodríguez (1), y Muriqi (1).

Abdón (0) suplió a Nacho Vidal cumplido el intermedio. En el minuto 61, entró Morlanes (1) por Darder, en el 78, Samu (-) por Mascarell y Radonjic (-) por A.Sánchez y en el 83, Lato (-) por J.Costa.

Rayo Vallecano.- Dimitrievsky (1), Balliu (1), Munmi (1), Lejeune (1), Espino (0), O. Valentín (0), Ciss (1), Isi (1), K.Pérez (0), Alvaro (2) y Camello (0).

A los 60 minutos Trejo (1) por Ciss y R. de Tomás (0) por Camello. A los 67, U.López (0) por Kike Pérez y Chavarría (1) por Espino. A los 86, Ratiu (-) por Chavarría.

ARBITRO:

Munuera Montero (1), de Jaén. Puso el listón muy alto al mostrar nada más comenzar una tarjeta amarilla excesiva a Nastasic. Luego no midió por el mismo rasero en alguna de las 10 infracciones señaladas contra los de Vallecas, que se fueron de rositas, por las 16 a su favor. También fueron amonestados Abdón, Dani Rodríguez y Muriqi, del Mallorca y expulsados Pol Lorente, ayudante de Javier Aguirre, y un miembro del cuadro médico local.

GOLES:

Minuto 47, Dani Rodriguez bombea un balón sobra el área visitante, O.Valentín interpone la cabeza, pero el balón va al segundo palo donde Antonio Sánchez, sin oposición y desde cerca, empalma con la pierna derecha y bate por alto a Dimitrievsky. 1-0

Minuto 75, Balliu entra por su banda, centra raso, Gio se lanza al suelo para despejar, pero la pelota sala trompicada hacia atrás y, a portal vacío, Alvaro, que seguía la jugada, marca a placer. 1-1

Minuto 91, Dani Rodríguez saca un córner muy cerrado y Muriqi se eleva sobre los defensas para cruzar de cabeza al palo opuesto. 2-1

16.735 espectadores

MAS GOLES Y LUCHA QUE JUEGO

Podría decirse que bien está lo que bien acaba, pero también que el Rayo no hizo más méritos que el Mallorca para ganar o que ambos disputaron un primer tiempo para olvidar, sin un solo tiro sobre la meta madrileña, ni siquiera una simple llegada a su área, y solamente una en la defendida por Rajkovic cuando Isi resbaló con todo a su favor para abrir el marcador.

Durante este período los de Javier Aguirre apenas ligaron una acción conjunta, pases cortos muchos de ellos imprecisos, ni un cambio de juego para descomponer la cobertura enemiga, ni la menor inspiración individual. Lentitud, falta de ideas y la enésima repetición de un guión demasiado visto impropio de un partido casi trascendental al que los franjirojos tampoco aportaron más que un cierto control. 45 minutos transcurridos a base de pelotazos ora para allá, ora para acá.

Sus compañeros ni buscan ni ven a Sergi Darder y acaban por ralentizar sus acciones o retrasar el balón para que Raillo o el propio portero resuelva la situación con un pase largo, eso que llaman fútbol directo aunque no sea ni una cosa ni la otra, para que Muriqi o el punta que esté en ese momento se busque la vida.

Ante la inutilidad de su tozudo sistema, Javier Aguirre pasó del 5-1-3-1 inicial al clásico 4-4-2. Abdón, igual que sus compañeros más pendiente de las decisiones arbitrales que de jugar, suplió a un zaguero, Nacho Vidal. Francisco, entrenador rival, tras el cristal de un palco por sanción, no cambio su dibujo ni con el marcador en contra, inaugurado por un Antonio Sánchez en redención de sus pérdidas e imprecisión.

Casi al unísono entraba Trejo para encender la luz en medio de la oscuridad de su equipo y el «Vasco», en el banquillo local, cambiaba la bombilla del de Artá por la de Morlanes, confiando a Samu, de mayor empaque y recorrido, la destrucción de los planos trazados por el ex mallorquinista. Se olvidó a la banda derecha por la que, con Dani Rodríguez agotado, Jaume Costa no podía con Isi y Balliu, el lateral, encarando una vez si y otra también. Por ahí llegó el gol del empate fabricado desde aquel lado y facturado accidentalmente por Alvaro ante el infortunio de Gio al intentar salvar la situación.

Había tardado en demasía en reaccionar al cuerpo técnico del anfitrión cuando, por fin, abrió la puerta a Lato en sustitución de Jaume Costa y cambió de lado al «Tigre de Betanzos», ocasionalmente solo gato o felino menor. Sin embargo el mal ya estaba hecho y el sombrío desenlace de siempre amenazaba la tarde pese a la seguridad de vivir una jornada más fuera del descenso, aunque no lejos. Ahi fue donde resucitó Muriqi. Ese añorado juego aéreo apareció en un saque de esquina cuando el cronómetro avanzaba con la rapidez indeseada por quienes querrían detenerlo y la lentitud de los otros que le exigen más velocidad. La cabeza del kosovar se elevó majestuosa para recordar que, pese a la crisis, siempre estuvo ahí. El Cádiz se aleja i el Rayo se acerca. Uno más en la pomada.