Segundas partes nunca fueron buenas

Hay entrenadores que son fieles a una idea y la aplican vayan donde vayan. Vicente Moreno lo hizo en Tarragona y le funcionó el primer año, con una disposición muy parecida a la que ha usado en el Mallorca. No es menos cierto que para entonces Xisco Campos tenía cuatro años menos, pero la columna vertebral de aquel Nastic que disputó y perdió el play off ante el Osasuna de Enrique Martín, no era muy diferente de la que han constituido Reina, Sastre, Salva Sevilla y Lago Junior quienes nos han recordado fielmente a Mossa, Tejera, Emaná y Naranjo de aquel equipo que, sin duda, practicó el mejor fútbol de Segunda A y que bajó el listón en cuanto, a la temporada siguiente se marcharon tres de ellos. Pero la diferencia más importante radica, en este caso, en la categoría.

Portero aparte, particularmente tengo mis dudas de que los indispensables de esta última temporada lo sean tanto en la venidera. No creo que nadie deje al hombre del pelo gris tanto espacio y tiempo como le han cedido en Segunda B, ni al lateral mallorquín semáforos en verde por su banda y al marfileño, igual que a Raillo, ya les vimos en la aciaga campaña del descenso. Por eso va a ser fundamental lo que Molango y Recio, el segundo no se concibe sin el primero, decidan fichar. Como ha recordado el director deportivo del Huesca, «cuando no tienes dinero tienes que ver mucho fútbol».

Las comparaciones son odiosas, todavía recuerdo las palabras de Utz Claassen elogiando la política del Eibar como ahora sus sucesores alaban la del recién ascendido que pronto entrenará nuestro viejo conocido Leo Franco. Y así le fue al alemán la imitación.