¿Sentimiento?, ¿qué sentimiento?

Carezco de la proximidad, información, contactos y conocimientos suficientes para opinar sobre el caso Messi. Pero si puedo aprovechar su eco para recordar al aficionado en general y a los del Barça, Mallorca o cualquier otro club, que el fútbol es un negocio basado en el sentir de todos aquellos que no son parte activa y sin ningún sentimiento en quienes lo explotan desde cualquiera que sea su lugar, despachos o terreno de juego.

El barcelonismo acusa al argentino de desagradecido por no considerar en su despedida lo que el club hizo por él, desde cuidarle y mimarle en su etapa de infantil, cadete o juvenil tanto en lo personal como en lo deportivo, hasta poner el equipo, la sociedad y muchos millones a su servicio. Le hicieron un hombre, por usar una expresión popular. Pero Leo pensará que lo hicieron por su propio interés, que no les debe nada, que se lo ha currado en el campo lo que, a su vez, parecen avalar con sus notas en redes sociales algunos de sus antiguos y recientes compañeros.

¿Cree ustedes que el millonario de Singapur que compró el Valencia alberga algún afecto por la SAD que adquirió, que un tipo que vive en Arizona invierte en Mallorca por amor, que un chino compra el Espanyol movido por su corazón, que un ucranianao que ficcha, qué sé yo, por el Málaga conoce siquiera la Costa del Sol o un finlandés termina en un equipo chipriota por simpatía?. ¡Por favor!, que ya somos adultos.

Puede que Piqué sienta los colores blau grana o Abdón sea mallorquinista hasta los huesos o que, cirunstancialmente un profesional tome simpatía porque le han tratado bien o ha vivido experiencias agradables en un determinado lugar, pero en su inmensa mayoría tienen muy claro que hoy trabajan aquí, mañana allí y pasado dios dirá. Y eso incluye a Messi, como en su día a Cristiano, y a quien ustedes quieran añadir.

Ríanse de estos futbolistas que cuando fichan se tocan o besan el escudo. Pura «performance». Riámonos de nosotros mismos si en algún momento pensamos que luchan por nuestros clubs y no por sus contratos. Además y con perdón, con todo su derecho.