Sin ánimo de polémica

Personalmente preferiría escuchar y leer análisis algo más profundos tras la disputa de un partido de fútbol. Los añorados Yale y Amilibia decían en su programa de la extinta Antena 3 de Radio, «la radio bien hecha», que no hay preguntas capciosas, lo artificioso son las respuestas. Claro que hoy las frases entre interrogantes no alcanzan ni la más ligera sospecha de insidia, sino más bien todo lo contrario.

No he entendido la forma con la que Luis García Plaza ha explicado la derrota del Mallorca ante el Espanyol. Comparto que, en efecto, los de Vicente Moreno, bastante menos «rata» de lo que los descerebrados de turno pintaron en las vallas próximas a Son Moix, ganaron por su mayor eficacia en las áreas. Pero lo mismo podría haber dicho el entrenador del Albacete después de perder merced a un gol de rebote y al penalti fallado por Alvaro Jiménez. Y no hablemos del Girona, incapaz de parar a Dani Rodríguez en el minuto 91 de un partido en tablas durante una carrera de 70 metros. El líder no fue inferior a su vencedor, pero tampoco fue superior al vencido en otras tardes victoriosas. Esto es fútbol.

Particularmente me hubiera inclinado por preguntar la razón de los cambios y el momento elegido, la causa de retrasar la posición de Dani Rodríguez, qué hacía Mollejo de segundo delantero centro o media punta, qué pintaba Murilo en el envite o qué aporta Febas cualquiera que sea la posición que ocupa. También por qué Raillo comete tantas faltas pese a su superior envergadura, cada una de ellas es balón para el rival. Ayer costó encajar el primer gol y contra el Fuenlabrada alguna cosa más. Esto si que se le planteó la pasada temporada al actual entrenador «perico» y respondió que aquello formaba parte del carácter del central. Y él lo sabía. ¡Vamos si lo sabía!.