Sin porterías ni portero (1-0 en el Reale Arena)

Un lamentable error de Manolo Reina al segundo tiro a puerta de la Real en toda la noche, ha dejado los tres puntos en San Sebastián donde el Mallorca se hizo acreedor a uno, pero tampoco más pues a pesar de jugar en superioridad numérica durante toda la segunda parte fue incapaz de generar ocasiones, las cuales pintaban calvas con la expulsión justa del lateral zurdo donostiarra antes del descanso.

ALINEACIONES:

Real Sociedad.- Remiro (1), Zaldúa (1), Elustondo (2), Le Normand (2), Ahien (0), Guevara (0), Merino (0), Januzaj (0), Portu (1), Navarro (1) e Isak (1).

Minuto 45+2 Zubimendi (1) por Guevara y Gosálbez (1) por Navarro. Minuto 65, Lobete (2) por Januzaj y Sorloth (1) por Isak. Minuto 92, Zubeldia (-) por Portu.

R.Mallorca.- Reina (0), Maffeo (1), Valjent (2), Russo (1), Oliván (1), Battaglia (1), Galarreta (1), Lee Kang-in (1), Dani Rodríguez (1), Amath (0) y Angel (1).

Minuto 61, Salva Sevilla (1) por Battaglia y Fer Niño (0) por Amath. Minuto 76, Baba (1) por Galarreta y Abdón (0) por Angel. Minuto 85, Mboula (-) por Lee Kang-in.

ARBITRO:

Gonzales Fuertes (0), de Gijón. Acertó en las decisiones importantes como la expulsión de Ahien por doble amarilla en el minuto de prolongación del primer tiempo, la anulación de un gol de Isak por fuera de juego y la de otro de Angel por colocarse el balón con el brazo. Sin embargo se equivocó en el signo de muchas faltas, dejó de señalar algunas evidentes y compensó con otras acciones menos punibles. Amonestó a Portu, de la Real y también a Battaglia, Angel y Dani Rodríguez, del Mallorca.

GOL:

Minuto 89, Lobete controla cerca de la frontal del àrea por el interior, se da la vuelta y consigue rematar a trompicones, pero sorprende a Reina que espera el balón por otro lado y solo atina a tocarlo antes de que se pose mansamente en la red. 1-0

DEPENDE

¿De qué depende? cantaría el inolvidable Pau Donés. Pues de que uno quiera ver el vaso medio lleno o medio vacío. Un empate en el feudo de la Real, un equipo intenso pese a sus bajas, era bueno antes de empezar el partido, pero no tanto después de jugar la mitad del encuentro con un futbolista más sobre el campo sin conseguir concretar una sola oportunidad para batir a Remiro. El gol de Lobete con la inestimable colaboración de Reina que devolverá a primer plano el debate de porteros, es un premio excesivo para el derrotado que ya acariciaba y se conformaba con el puntito de marras, pero una encuesta en la Bella Easo concluiría que el aficionado local estima merecida la victoria por el efuerzo que los suyos tuvieron que realizar en manifiesta inferioridad.

El anfitrión supo defender y el invitado no supo atacar. Imanol, técnico blanquiazul, ordenó a sus hombres en aras de evitar lo peor y Luis García Plaza pasó a la ofensiva, como pedía la nueva situación del choque, pero sus pupilos no brillaron a la hora de ponerla en práctica. No pisar el área local jugando once contra once tenía un pase al precio de no permitir el menor respiro ni resquicio al enemigo en base a una presión constante, firme y adelantada, rayana en el marcaje al hombre. Un dibujo bien trazado para destruir, inútil para edificar. Amath era más lateral que extremo, Lee acabó sin resuello y Dani Rodríguez empeñado en una guerra solitaria sin cuartel ni intendencia.

Peor lo de después. Los «txuriurdin» dejaron la banda libre a Oliván, de fácil llegada e imprecisos centros. Desde el banquillo entró inspiración, Salva Sevilla para repartir mejor el juego hacia una banda y la otra y Fer Niño para reforzar el potencial artillero. Nada que hacer. Solo llegaban asistencias aéreas alejadas sin contemplaciones por una zaga disciplinada que en cinco partidos delante de su afición no ha encajado un gol. Y al final, con todo el pescado vendido, decidió la fortuna o la mala fortuna, según el color del cristal con que cada uno lo mire. O, mejor dicho, el empeño de un mozalbete frente a un portero en retirada.