Tres puntos de regalo (0-1 en Son Moix)

Ganar al Mallorca no cuesta mucho. Derrotado por el Alavés y el Espanyol, al Atlético, fiel a su racanería, le bastó con esperar el error de turno,  -Mascarell en Vitoria o Maffeo en Palma- para llevarse tres puntos de regalo ante un anfitrión que nunca aspiró a más de uno y fue generoso con su rival tanto en el área propia como en la ajena. Giuliano agradeció la entrada al bulto del lateral en un pase largo de Oblak a la salida de un córner, para plantarse ante Greif y dejar que Alvarez, desbordado el portero, marcara a placer.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Greif (1), Maffeo (0), Valjent (2), Raillo (0), Mojica (1), Samu (1), Morlanes (2), R.Navarro (0), S.Darder (1), Muriqi (0) y Larin (1).

Minuto 67, Abdón (0) por Larin y Chiquinho (0) por S.Darder. Minuto 74, A.Sánchez (1) por Maffeo y Dani Rodríguez (0) por R.Navarro. Minuto 82, Dani Luna (-) por Morlanes.

Atlético.- Oblak (2), Nahuel (1), Lenglet (1), Giménez (1), Reinildo (1) Barrios (0), Koke (1), Giuliano (1), Riquelme (2), Griezman (0) y J.Alvarez (1).

Minuto 62. Witsel (1),  De Paul (1), Correa (1) y Sorloth (1) por Lenglet, Giuliano, Griezman y J.Alvarez. Minuto 86, Gallagher (-) por Riquelme.

ARBITRO:

Sánchez Martínez (0), de Lorca (Murcia). Si este es el mejor árbitro español, no cabe ni imaginar cómo será el segundo. Pésimo en el aspecto disciplinario, dejó dirigirse a él a todos los jugadores visitantes. Perdonó la segunda tarjeta amarilla a Lenglet por un agarrón reiterado a Larin aun con empate en el marcador y la convirtió en una amarilla a Samu por protestar y Arrasate, en el banquillo, por el mismo motivo. 16 faltas a favor del Mallorca y 11 en contra. Amonestó también a Lenglet, Reinildo y Correa.

GOL:

Minuto 63, Oblak se hace con el balón y lo lanza fuerte hacia Giuliano que corre en solitario hacia campo balear, sobrepasa a Mojica y cuando Maffeo puede llegar para alejar el balón, decide entrar en un cuerpo a cuerpo con el delantero que, resiste el embite, se planta ante Greif y cede a J.Alvarez para que marque a puerta vacía. 0-1

7 saques de esquina sobre la meta de Oblak y 2 contra la de Greif-

15.900 espectadores, la peor entrada en la presente liga

TOQUE DE ATENCION

Dicen que de los errores se aprende, una afirmación que no rige para los futbolistas del Mallorca. No es que esas equivocaciones hayan costado muchos puntos, no. Solo tres repartidos en otros tantos encuentros, pero si no han sido más se debe a que los de Arrasate ha aparcado el libro de enseñanza, se han creído que ya lo saben todo y hace un mes que no juegan a nada.

Tampoco lo hizo el Atlético que, en todo caso, está más acostumbrado a eso. La renuncia de Simeone algo que no sea el resultado forma parte de su esencia, de la personalidad de su equipo y de su forma de entender el fútbol. Su oponente, en lugar de contrarestar lo cicatero de esta filosofía, la alimentó con un juego ramplón, parsimonioso, horizontal, de un toque cansino inservible para avanzar un solo metro o sorprender a un contrincante que, perdido el balón, defiende con cinco y hasta con seis zagueros antes de que algún rematador pise área.

Si, todo un aspirante a seguir la estela del Barça o el Madrid, aunque sea a distancia y presente en Europa, dejó el balón en poder de quienes luchan, no nos engañemos, con el único objetivo de mantenerse lejos del descenso y lo usan para írselo pasando de unos a otros, de lado a lado y sin hacer más que, aburridos de si mismos, pegar un pelotazo para que Muriqi o Larin lo peinen hacia terreno de nadie, sin ningún compañero que secunde la acción, llegue desde segunda línea o encare por banda un uno contra uno.

Una lectura fácil dirá que las ocasiones de gol, solamente dos en cada fondo, se dividieron por igual. La diferencia, no poca, es que el vencedor aprovechó una, Greif evitó la que hubiera sentenciado antes el resultado para monumental enfado del Cholo con su rematador, y el derrotado ninguna, ni siquiera la del idolatrado Abdón.

La bandera que cierra el primer tercio de liga marca lo que debería suponer un toque de atención para este Mallorca de Arrasate que desde su esperanzador arranque de liga ha ido de más a menos. Una alerta que ha de sonar en el vestuario que huele a discriminación en el esfuerzo, desconexión con el cuerpo técnico, habría que preguntar a Arrasate qué partido visualizó cuando en la víspera auguraba goles, y despreocupación en los despachos ausentes de la realidad.