Un cuento de hadas

Si. He leido detenidamente las respuestas de Andy Kohlberg en la entrevista concedida a Tomeu Maura para El Mundo de Baleares y me he quedado igual que antes. No porque no diga nada, que también, sino porque entre lo que contesta y lo que calla no hay ni un solo rincón oscuro o que adquiera un tono diferente a un rosa amable y descolorido.

Todo el mundo es bueno, a los dueños no les importa perder dinero, están aquí porque alguien, no se sabe quien, les dijo que este era un buen sitio y a Maheta Molango le contrataron porque les cayó bien. Un argumento demoledor. Que se olviden las grandes empresas de esos costosos tests de personalidad y trayectorias profesionales. Aquí se trata de caer bien a los que ponen el dinero. En fin que todos nos hemos caido de un guindo, que da lo mismo descender o no, palmar los balances y cuentas de explotación y que a ver si el Ajuntament les da una manita para que ellos se lo sigan pasando bien.

Habla de su interés por la compra del Getafe, pero no de sus gestiones previas para adquirir el Glasgow Rangers o el Levante, operación rechazada por los seguidores de ambos clubs. Lo mismo daba la periferia de Madrid, la capital de Escocia o una populosa barriada en Valencia. Todo es aleatorio, incluso la idea de negocio o no. Robert Sarver se ha metido en esto del fútbol para dar gusto a sus hijos y Steve Nash, que sabe más de esto que de baloncesto, ya ha demostrado sus cualidades en las pachangas de Son Bibiloni.

Bienvenidos sean los nuevos mecenas, tan generosos, filántropos y desinteresados ellos. Como en un cuento de hadas.