Un lujo de presidente

Estaba uno pensando en la defensa de cinco que le convendrá ensayar a Jagoba Arrasate este sábado ante el Atlético de Madrid, ¡quién dijo miedo!, cuando caen nuevas declaraciones del presidente provisional de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, que no tienen desperdicio.

Ganas de hablar no le faltan, aparece hasta en Radio Taxi. Primero para decir que iba a cesar al presidente del CTA, Medina Cantalejo, aunque ahora haya cambiado de opinión. Es lo que se lleva. Luego se confesó admirador del Real Madrid y protector de la «marca España» que este club comparte con el Barça. Seguro que Puigdemont no piensa lo mismo.

Ahora ha empeorado, si cabe, su posición respecto al acoso sufrido por los seguidores y seguidoras del Mallorca en Arabia: «»Yo no he dicho lo de que diferencio acoso del agobio. Este tema en concreto no da mucho más de sí. Ese tipo de cosas también las hay en otros partidos de España. Aquí también estamos intentando acabar con ese tema del racismo. Yo creo que no tiene mayor importancia». Ya me dirán que tiene qué ver el racismo con el asedio sufrido por las mujeres en los aledaños del estadio de Jeddah y, sobre todo, primera noticia de que esto también ocurra en España. Como se lo digan a Vinicius se va a liar y supongo que el ministro Marlaska habrá tomado ya cartas en los agobios interiores. La del Deporte, Pilar Alegría, sin duda, porque está a la espera de la sentencia del 5 de febrero que confirme o revoque la sentencia por prevaricación que pesa sobre él para entrar como un elefante en una cacharrería y devolver al susodicho, que resistirá. para Galicia,  y ya sabemos que en esta país quien aguanta, vence.

El mandamás del fútbol español, con permiso de Javier Tebas, siembra la incoherencia al proclamar su intención de modificar las primeras eliminatorias de la Copa del Rey para que el sorteo se efectúe por proximidad geográfica. Ya ven, igualito que la Supercopa que, como todo el mundo sabe, se celebra en Arabia que está a la vuelta de la esquina.  Si no, siempre nos quedará Miami.