Un partido de punto y aparte

Tal y como venía jugando, el Celta ha salido del hoyo y apunta más alto. La paciencia del club con Rafa Benítez ha surtido efecto, lo mismo que la del Mallorca con Javier Aguirre, al menos hasta el momento presente. Tanto en sus perfiles como en su trayectoria, ambos equipos siguen caminos paralelos que, tras el choque de esta vigésima jornada adquirirán dirección convergente o divergente.

¡Ojo! con los de Vigo, más peligrosos de lo que parecen, sobre todo en campo ajeno. Marcan goles, doce visitantes por detrás de sus números, y encajan menos que media docena de los más goleados. Ahora con Guaita bajo palos, recupera a Ristic para la defensa, con Unai Nuñez y Kevin o Mingueza por una banda, Manu Sánchez, ex de Osasuna, por la contraria. Puede haber batalla en el centro del campo donde la técnica de Fran Beltrán se conjuga con la potencia de Renato Tapia, la clase de Luca de la Torre y la velocidad, si juega, de Carles Pérez. No vamos a descubrir arriba la personalidad de Aspas, sin descuidar a Larsen, incansable luchador en el área.

Incluso ambas enfermerías acogen parecidos registros. Muriqi, Valjent, Nastasic y Costa en la local y Aidoo, Starfelt y Cervi en la gallega. Mamba, baja importante, en la Copa de Africa e Iván Villar, portero, sancionado.

Jugará Maffeo en la re inauguración de Son Moix. Después, dios dirá; también Raillo y Gio. Hay vacante para Lato y Van der Heyden o Copete. Samu, si se recupera de un proceso febril, o Mascarell. Y Morlanes o Darder, quién sabe. Antonio Sánchez, Dani Rodrigez y Larín, apuesta casi segura.

Viene a pitar el catalán Rafael García Verdura, debutante en la categoría. Es el árbitro más joven de Primera, 29 años,  dirigió al Mallorca en el Gran Canaria, algo confundido al plegarse a las sugerencias de un veterano, Del Cerro Grande, desde el VAR. Como todo recién ascendido, proclive a las tarjetas; su récord, 10 en el Real Sociedad-Alavés y 8 en el Valencia Granada. En total lleva 41 amarillas, 3 rojas y 5 penaltis señalados, incluidos los inexistentes en Las Palmas.  Esta vez en cabina, Gil Manzano. ¡Imprevisibles!