Un respiro (0-1 en Butarque)

El Mallorca logró su primera victoria de esta temporada ante un anfitrión que no había conocido la derrota. Un gol de Dani Rodríguez a pase de Muriqi a los 42 minutos sumó tres puntos al casillero balear en un momento importante del calendario debido al paréntesis que se abre hasta dentro de dos semanas y no menos significativo tras la decepción provocada por la recién finalizada campaña de fichajes cerrada en falso y sin los refuerzos esperados.

ALINEACIONES:

C.D. Leganés.- Soriano (1), Altimira (0), Jorge (0), S.González (1), Javi Hernández (1), R.Tapia (1), Brasanac (1), Raba (0), Oscar Rodríguez (1), Munir (0) y Diego García (0).

Tras el descanso Neyou (1) por Tapia, lesionado; J.Cruz (1) por Raba y Franquesa (2) por Munir. En el minuto 56, Rosier (1) por Altimira y Cisse (1) por Oscar Rodríguez. Minuto 68, Miguel (0) por Javi Hernández.

R.Mallorca.- Greif (1), Maffeo (1), Valjent (2), Raillo (2), Lato (2), Samu (2), Morlanes (1), Asano (1), Dani Rodríguez (2) Marc Domenech (1) y Muriqi (2).

Minuto 32, A.Sánchez (1) por Maffeo, lesionado. Minuto 61, R.Navarro (1) por Marc Domenech. Minuto 70, Sergi Darder (1) por Asano y Mojica (1) por Lato. Minuto 83, Mascarell (-) por Dani Rodríguez y Copete (1) por Morlanes.

ARBITRO:

Melero López (2), de Málaga. Dejó jugar sin entrar en la picaresca de algunos futbolistas. Dirigió sin aspavientos ni errores notorios y si acaso, hubo un derribo de Soriano sobre Muriqi dentro del área en el que Figueroa Vázquez desde el VAR, decidió no intervenir. Señaló 15 infracciones favorables al Leganés y solo 9 a favor del Mallorca. Mostró tarjetas amarillas a Neyou, por los locales y a Morlanes y Mascarell.

GOL:

Minuto 42, Marc Domenech profundiza sobre Lato, quien sobre la misma línea de fondo centra pasado, Muriqi, en el segundo palo, cabecea hacia el primero, donde Dani Rodríguez se anticipa a Jorge y remata suave con la testa muy cerca de la portería. 0-1

10.482 espectadores

El Mallorca sacó tres corners, por uno favorable al Leganés.

Ambos equipos utilizaron seis cambios debido a las lesiones de Tapia y Maffeo. Novedad reglamentaria de esta temporada.

NO HAY EXITO SIN SACRIFICIO

Los de Arrasate, que sorprendió con la alineación inicial de Marc Domenech, tuvieron que fajarse para imponer su veteranía y sostener una ventaja que pudo ser mayor de no perdonar dos claras oportunidades antes del único tanto de la noche y otra al principio del segundo tiempo que hubieran evitado un último acto destinado a achicar la alocada y precipitada presión pepinera en busca del empate.

La lesión de Maffeo a la media hora desdibujó por momentos el dominio visitante, aunque carente de verdadero peligro. Con Morlanes al frente de la orquesta, la sinfonía sonaba desigual pues el control y dominio de balón invariablemente terminaba en un pase largo para la carrera de Asano o el trabajador incansable, Muriqi, para poder avanzar metros en mitad de campo ajeno. Solamente algunas internadas de Lato por su banda presagiaban algún peligro, tal cual sucedió en la acción que terminaría en gol.

Las rotaciones no le salieron bien a Borja Jiménez, el técnico local, que tuvo que deshacerlas tras el descanso sin que sus pupilos hubieran aprovechado los problemas que, por la izquierda, tenía Antonio Sánchez. Su primera rectificación al situar a Franquesa por aquel lado, con Juan Cruz por el otro, cambiaron el porte tímido de sus hombres por un mayor atrevimiento que, eso si, manejado contra el reloj y con precipitación, no logró superar el repliegue bermellón cuyo guardameta, Greif, no fue sometido a ninguna clase de prueba.

Aun así Jagoba se veía obligado a mover sus piezas. Sergi Darder retenía el cuero, Mojica metía aire a su lado y, antes Robert Navarro llegaba y besaba el santo, pese a trabajar más en tareas de contención que en explotar su técnica y velocidad. Los propietarios de Butarque, premiosos y descentrados, perdieron fuelle al retrasar Franquesa su posición para echar más leña al fuego, delanteros por doquier, a costa de cortarles el suministro, labor en la que Samu se erigió en baluarte inexpugnable.

Ganó el mejor de ambos contendientes, lo cual no implica que viéramos un gran encuentro. Lo más destacable, el resultado.