Un visitante en crisis

La precaria situación del Córdoba no es reciente ni producto de la casualidad sino que viene arrastrando un deterioro económico, social y deportivo muy profundo. Lleva varias temporadas rozando el descenso y la presente, a pesar de haber transcurrido solo doce jornadas, no parece que vaya a ser la excepción. Tuvo problemas para reunir una plantilla competitiva debido a su bajo límite salarial, ha cambiado de accionistas como quien lo hace de ropa y no sale de los puestos que conducen a Segunda B.

Penúltimo en la clasificación general, es el peor visitante del campeonato, solo ha empatado uno de los cinco partidos lejos del Nuevo Arcángel y si en casa al menos ha mostrado un cierto poder ofensivo, fuera únicamente ha marcado tres goles a la par que ha encajado un promedio de casi otros tres por visita. Con un joven de 21 años bajo los palos y su suplente del filial, tampoco cuenta con Bambock y Piovaccari para su compromiso en Son Moix, donde sale como víctima propiciatoria.

Es anecdótica la presencia de dos ex mallorquinistas en sus filas, Alex Vallejo y Alfaro, y la calidad de Javi Lara, su centrocampista más destacado, no es suficiente para apuntalar a un conjunto con carencias en todas sus líneas. No hay enemigo pequeño, cierto, pero si nos dieran a elegir entre recibir al Málaga o al Córdoba nadie elegiría al primero.

Como de costumbre en Palma, Vicente Moreno no dará a conocer a los 18 elegidos hasta un par de horas antes, pero no cabe esperar nada muy diferente respecto a la alineación presentada en Oviedo hace una semana.

Pita el tinerfeño Trujillo Suárez, de efímera presencia en primera división, la única baja por decisión del Comité, ya que las de Alvarez Izquierdo y Fernández Borbalán, lo fueron por edad. Es un árbitro frío, pero inseguro algo irregular, lento y con matices de paloma más que de halcón.