Una renovación de justicia
Hay una verdadera crisis de defensas centrales, una posición vital tanto para los equipos de arriba como los que luchan por evitar el descenso. En estos momentos el Madrid directamente no tiene, el Barça piensa en retener a Araujo ante la lesión que ha sufrido Iñigo Martínez, el Atlético tuvo que rescatar del olvido a Lenglet, el Villarreal no sabe cómo relevar a Albiol, la Real Sociedad no ha encontrado sustituto para Le Normand y en Pamplona añoran a David García.
Podemos bajar hasta los últimos peldaños de la clasificación y detenernos en el Espanyol que aun depende de veteranos como Cabrera o Calero, el Alavés sin Rafa Marín, qué decir del Valencia o Las Palmas, cuyos cambios en el centro de la zaga han sido una de sus constantes en la primera vuelta del campeonato, sin olvidar los problemas del Sevilla o el Betis, enemigos acérrimos unidos por el silencio de sus respectivas tesorerías.
Por eso, sentimentalismos aparte, que también, advertíamos de la importancia de la renovación de Martin Valjent por el Mallorca. Nos temíamos lo peor una vez traspasada la frontera del 31 de diciembre y filtraciones de la «multinacional» para vender el humo de las exigencias del eslovaco. Pero la historia ha acabado bien. Con 29 años y en su plenitud, continuará en el club hasta los 34. Como ya dijimos no es solamente un futbolista más de la plantilla, sino una garantía de compromiso con el club, el equipo, el mallorquinismo y la sociedad, en la que se ha integrado plenamente.
Las buenas noticias escasean en la cuesta de enero del joven 2025. Esta es una de ellas. ¡Felicidades por el acuerdo!. Nunca es tarde si la dicha llega.