Unos de bajada y otros de subida

Triste despedida la del Mallorca en Pamplona. No era una mala oportunidad con Osasuna salvado ya que los de Arrasate no han sido mejores que los de Vicente Moreno como anfitriones. Han perdido menos partidos en casa, pero han sumado los mismos puntos, 27. La enorme diferencia que registra la clasificación se plasma en su condición de visitantes, 24 puntos para los navarros por los 5, solo 5, de los mallorquinistas. De los tres que ascienden cada año, al menos uno suele palmar y ha sido el cuadro balear el que no ha hecho los deberes que si supieron hacer en Granada y en Tajonar. Las causas ya las conocen: una gestión nefasta, consentida por una Propiedad descuidada e irresponsable que aun dará que hablar. Al tiempo.

Todo apunta a que también sea el adiós del entrenador y sus colaboradores. No insistiremos, ha hecho lo que ha podido con una plantilla de catorce jugadores y no todos ellos aptos para jugar en primera división. A su paso deja más luces que sombras, que las hay como en todo ser humano. En mi opinión se irá con una asignatura pendiente: los desplazamientos. Los problemas para puntuar fuera venían de lejos, a veces disimulados tras los árboles de la fortuna que impidió a muchos ver el bosque de la realidad.

Pero este fin de semana el fútbol balear tiene y atiende otras citas. Poblense, Mallorca B, CD Ibiza y Felanitx pugnan por subir el peldaño que les separa de Segunda B y el Atlético Baleares, la SD Eivissa y la Penya Esportiva de Santa Eularia intentarán cruzar la frontera de las categorías super profesionales ya que las de más abajo no tienen nada de amateurs.

La fórmula inventada por la Federación Española de Fútbol, a la que conocimos y reconocimos etapas más brillantes, me parece del todo injusta no por el play off express, sino por convalidar clasificaciones a falta de todo un tercio para finalizar la liga con diferencias mínimas entre los aspirantes al podio de cada grupo. Una consagración de la trampa como coartada para incumplir el reglamento. Ahora a base de finales convertidas en muerte súbita puede darse cualquier resultado. Poca broma. Esto funciona porque este siempre ha sido un país que ha preferido barcos sin honra a honra sin barcos.