Viento en popa y a toda vela

Febrero se ha despedido con buenas noticias para el Mallorca, cuyo liderato se afianza después de alejar al Espanyol de Vicente Moreno a cuatro puntos tras no pasar del empate en Gijón, ciudad que los de Luis García Plaza visitarán dentro de quince días. Se mantiene la diferencia respecto al Almería, golaverage aparte, y el pinchazo del Leganés, mientras Rayo y Sporting sumaron un solo punto, incrementa la ventaja respecto al pelotón que pugna por el play off de ascenso. Pero, clasificación aparte y sin olvidar que aun faltan muchas jornadas para el sprint final, no veo a ningún equipo en mejor forma que la del líder, juegue bien, regular o mal.

Otro aspecto a considerar es que ya se ha enfrentado a la mayoría de rivales de arriba. Queda la visita a Palma del Leganés, este próximo desplazamiento a El Molinón, y poco más que debamos considerar delicado más allá de lo cara que se ponga la victoria cuando uno se enfrenta a conjuntos desesperados por su situación en el furgón de cola que pasa de seis o ocho pasajeros si es que no se mete alguno más; porque caber, caben.

Restan 15 jornadas de calendario. Con el mes de marzo empieza el fuego real, cuando se decide todo y llegar a esta carrera ya oficial en la primera posición de la «pole» debe otorgar confianza y no agobio, según reveló el técnico mallorquinista la noche del sábado. No se trata de descorchar una botella de cava cada vez que uno gana, pero el triunfo no es un peso que nadie desee quitarse de encima. La presión es para los que vienen por detrás, nunca de quien va por delante. Aunque como frase para minimizar una mala noche también vale.