Y el ratón se comió al gato (2-2 en Son Moix)
El Mallorca se reconoció y se motivó con la visita del todopoderoso Barça. Volvió a sus orígenes, los de Aguirre, y al más puro y viejo de sus estilos mereció ganar y a punto estuvo de hacerlo de no rematar Larin a las nubes cuando Darder le había dejado solo ante Ter Stegen en la penúltima acción de la noche. Muriqi, a pase de Antonio Sánchez había inaugurado el marcador, igualó Raphinha desde fuera del área pero en la prolongación del primer tiempo, Abdón decantó la balanza que ya no se equilibraría hasta bien avanzada la segunda parte al culminar Fermín la mejor y quizás la única jugada trenzada de su equipo.
ALINEACIONES:
R.Mallorca.- Rajkovic (2), Gio (1), Valjent (1), Nastasic (2), Copete (3), Maffeo (1), Samu (1), A.Sánchez (2), Dani Rodríguez (1), Muriqi (2) y Abdón (2).
En el minuto 34, Jaume Costa (1) por Maffeo, lesionado. En el 60, Larin (0) por Abdón y Sergi Darder (1) por A.Sánchez. En el 84, Van der Heyden (-) por Gio, lesionado y Morlanes (-) por Dani Rodríguez.
C.F. Barcelona.- Ter Stegen (0), Cancelo (1), Araujo (1), I.Martínez (0), Balde (1), Romeu (0), Gavi (1), Gundogan (1), Raphinha (2), Ferrán (0) y Joao Felix (2).
A los 57 minutos Lewandosky (1) por Ferrán, a los 63, Fermín (1) por Romeu y Lamal (2) por Joao Felix y a los 77, Kounde (-) por I.Martínez.
ARBITRO:
Muñiz Ruiz (1), de Pontevedra. Es de los que deja jugar, a veces demasiado porque no siempre señala lo mismo en acciones idénticas. Mostró tarjetas amarillas a Nastasic y Javier Aguirre en el banquillo local donde, casi al final exhibió una roja. También amonestó a Romeu. Señaló 17 faltas a favor del Barça y solo 7 para el Mallorca. En el minuto 66 decretó penalti tras una pugna de Copete y Lamal cerca de la línea de fondo, pero desde el VAR le indicaron que viera la imagen y lo anuló.
GOLES:
Minuto 7, Ter Stegen intenta salir en corto, no se entiende con Iñigo Martínez y Antonio Sánchez roba el balón, busca el primer palo, su centro lo repele Araujo, pero el balón regresa al mallorquinista que cede de cabeza a Muriqi quien, solo, marca desde cerca. 1-0
Minuto 41, Raphina de disparo raso y cruzado desde fuera del área. 1-1
Minuto 48, Rajkovic saca en largo, Muriqi peina de cabeza y Abdón, que sigue la jugada, escapa del defensa y se anticipa con la punta de la bota a la salida de Ter Stegen. 2-1
Minuto 74, Yamal y Raphinha combinan desde la derecha hacia el centro en una rápida pared, cuyo pase al segundo palo lo transforma Fermín entre Valjent y Gio. 2-2
19.939 espectadores
Y LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON
Una veces se convierten en pesadillas y otras se hacen realidad. Girona fue el escenario de una de las primeras y la quimera de ganarle a un Barça menos intratable de lo que parecía, se quedó a las puertas de las dos ocasiones que tuvo en sus botas Larín, incapaz de definir por dos veces con toda la ventaja a su favor. Claro que, algo parecido le sucedió a Raphinha, con Rajkovic batido y también remató al cielo de Palma.
Por rotaciones o lecciones, vayan ustedes a saber, el Vasco tiró de guerreros. Hasta alineó a Antonio Sánchez, notable mientras estuvo entero, a quien había indicado que se buscara equipo hace tan solo un mes y medio. Pero a su inamovible defensa de cinco, añadió un segundo delantero, Abdón. Un matiz muy importante porque el de Artá, gol aparte, fue una importantísima ayuda para Muriqi cuando era preciso ejercer una presión arriba o, especialmente, intentar aprovechar el juego aéreo del kosovar en los balones directos. Así llegó el segundo gol.
Ni que decir tiene que la pelota estuvo casi siempre en poder del Barça. Marcar antes del descanso permitió al Mallorca recobrar fuerzas en relación a la resistencia exigida por un Barça que se fue a la carga cada vez que tuvo el marcador en contra, que fueron muchos minutos. Los de Xavi apretaron, pero no empezaron a hacer daño hasta que abrió juego a las bandas con las entradas de Lamal, decisivo, y el joven Fermín. Para entonces el Mallorca ya había perdido a Maffeo, por lesión y acabó sin Gio, agotado por el sacrificio de su duelo con Joao Felix. Ya saben, no hay alegría en casa del pobre donde, un empate merecido, se paga con el precio del infortunio, como sucedió con Raillo ante el Athletic.
Jugar con dos arriba propició llegadas que, puntualmente, impidieron un mayor despliegue de un gato cuyas uñas amenazaron mucho, pero arañaron menos, tiro de Joao Felix al poste incluido. El ratón se escurrió por entre sus patas y, de hecho, puedo que no tuviera más ocasiones de gol, pero si las más claras. Lástima que a Larin le robaron el queso.