Entrevista con uno mismo
El periodismo no sale del coma, su estado no es de extrema gravedad, sino de desahucio. El deportivo en concreto ya ha recibido la extremaunción.
Mister Andy Kohlberg, presidente del Mallorca, ha decidido auto entrevistarse en la página web del club. No lo hizo después de la derrota en el campo del Espanyol, sino tras la victoria frente al Rayo. Es importante encontrar el momento. Como moscas a un panal de rica miel, que citaba Esopo y recreó Samaniego siglos más tarde, los medios de comunicación reproducen el servicio que, incluso, algunos firman como autores de la aparente información; más bien comunicado a modo de entrevista.
Por supuesto todo es bueno, bonito y, según Mr. Kohlberg, barato. Un paisaje tan idílico que hasta presume de tener «muchos jugadores jóvenes» que juegan con el primer equipo y «Arrasate disfruta con ellos». ¿A quién se referirá?, ¿a Marc Domenech que ha vuelto al «B» o a Dani Luna que no juega aquí, allá ni en ninguna otra parte?. Alguien tendría que decirle a este buen hombre que el filial es farolillo rojo, no ha ganado ni un solo partido en ocho jornadas, ha perdido seis y que Raillo, Dani Rodríguez, Darder, Muriqi e incluso el adorado Abdón, han superado la treintena y, salvo el último, no han salido precisamente de la cantera.
Mr. President, al que nadie ha preguntado si vota a Trump o a Kamala Harris, hablemos de fútbol, anuncia la creación de nuevos espacios lúdicos en este Son Moix galantemente cedido por el Ajuntament de Palma, al Atlético Baleares al menos le regalaron el césped. Tendremos gimnasio, clínica, centro de rendimiento deportivo (no se especifica si alto, normal o bajo), parque infantil, pared de escalada y hasta fiestas de cumpleaños, eventos y música. Media afición soñando con Europa y el dueño con un mini centro comercial de los que le negaron a Vicenç Grande. El dinero, en el campo, o sea en la plantilla, según Johan Cruyff, ahora que ya se preparan el terreno para hacer caja con Samu Costa en enero.
Como broche de oro, el final del vídeo con un gran titular: «Palabra de Andy Kohlberg». ¡Te alabamos, señor!.