A Vigo casi en cuadro
Si es que hay alguno que lo sea, al Mallorca no le espera un partido fácil en Balaidos. El técnico portugués Carvalhal ha mejorado sustancialmente los números de su antecesor y ha colocado al Celta a la estela de las revelaciones del campeonato, Rayo y Osasuna, a quienes pude superar si sale vencedor de la cita de este lunes. Cuenta a su favor con la recuperación de Gabri Veiga, su última perla, para acompañar al incombustible Iago Aspas, con la única duda de Carles Pérez, con molestias, que sería sustituido por Miguel Rodríguez.
Si con el argentino Coudet los vigueses solamente habían sumado 11 puntos en 12 jornadas, el 30 por ciento de los posibles, con su sucesor las tornas han cambiado y lleva 25 en 16 encuentros, lo eleva el porcentaje hasta un 53 por cien. Por delante del portero, Marchesín, ha optado por la experiencia en defensa con Hugo Mallo y Galán por los laterales, Aidoo y Unai Núñez en el centro. Beltrán y De la Torre, a veces Mingueza, arman su juego con los mencionados artilleros siempre a punto y, por si fueran necesarios, Gonzalo Paciencia y Larsen según cómo vaya el marcador y el cronómetro.
Por el contrario Javier Aguirre viaja con lo puesto. A las ausencias de Copete y Jaume Costa por sanción, se añaden las de Dani Rodríguez, Nastasic y Augustinsson, lesionados. Van tres porteros y cuatro del filial: Gayá, Llabrés, Marcos y Montiel. El mejicano se las tendrá que apañar con 17 jugadores de la primera plantilla entre los que, eso si, volverá a estar Baba. Lo normal es que Maffeo juege por la izquierda y Dennis se mantenga en la zaga con Valjent y Raillo. Otra opción retrasar al ghanés e insistir con Morlanes junto a Galarreta. Amath y Kang-in completarán el cuarteto medular con Muriqi arriba, ¡faltaría más!.
Lo peor, el árbitro. Repite el madrileño Ortiz Arias, el mismo que invalidó en Anoeta un gol de Amath por una falta que ni siquiera vió él y es muy dudoso que la vieran desde la cabina de VOR porque, sencillamente, no existió. Va de gran promesa del arbitraje a sus 39 años, pero con aires de halcón aletea cual paloma torcaz. De mucho porte, más pose y discutible criterio. Ha pitado una vez en la avenida que da nombre al estadio, 2-2 contra el Espanyol. Otras dos veces fuera: Elche-Celta (0-1) y Real Sociedad-Celta (1-1).