Colchón de implicados, más que de puntos

Quienes me conocen saben que no simpatizo con los pronósticos, no tengo alma de oráculo ni de profeta, sin embargo es inevitable, dado aquello a lo que me he dedicado, que me pregunten por el futuro. Ya se imaginarán el interrogante: ¿qué hará el Mallorca en la segunda vuelta?.

Lo primero que a uno se le ocurre es responder que hará cuanto pueda, lo mismo que en la primera, pero los interesados esperan una respuesta más amplia. No me atrevo a cuestionar el rendimiento del equipo, ni siquiera valorar lo que pueden aportar los jugadores fichados en este mercado invernal. El tiempo lo dirá aunque, al margen de sus virtudes y defectos, es cierto que amplían el abanico de variables que necesita Javier Aguirre quien, por supuesto, ha solicitado las demarcaciones a reforzar.

En cuanto a la distancia que mantiene respecto a las posiciones de descenso, no son tan importantes los seis puntos actuales como los siete equipos que se encuentran más cerca y no todos van a sumar mientras el Mallorca se queda parado. Si, puede ocurrir. Cosas peores se han visto, pero no es lo lógico sino excepcional. Es decir, no se trata solamente de esta colchoneta de dos jornadas, ya que el verdadero colchón es este relleno de ocho competidores en situación bastante más delicada.

Sería una perogrullada añadir que dicha realidad no implica abogar por relajación alguna, sino que ha de servir como plataforma para estabilizar la clasificación, el proyecto y la sociedad.