Con razón y sin razones

Luis García Plaza tiene razón, pero le faltan razones. Los árbitros consienten de todo a los entrenadores de los grandes. Simeone, Lopetegui, Xavi y alguno más se mueven constantemente fuera del área técnica reservada, gesticulan, vociveran y saltan sobre la misma línea de banda sin que nadie, ni el cuarto árbitro, se atreva a llamarles la atención o, al menos, la del colegiado principal. Una discriminación evidente y consentida respecto a técnicos más tranquilos y menos beligerantes como Ancelotti, Pellegrini, Marcelino, etc.

Es el punto que el inquilino del banquillo del Mallorca puede esgrimir como atenuante, aunque defenderse atacando a otros colegas, cosa que no ha hecho ya que la comparación con nombres la acabo de escribir yo, es tan feo como pedir tarjetas para el contrario, lo que sí hace él y hubo un tiempo en que estuvo reglamentariamente castigado porque es claramente antideportivo.

No es lo único que ha dejado de aplicarse en aras de una permisividad creciente que alcanza por desgracia a esferas más importantes y ajenas a las competiciones deportivas. Hubo un tiempo aun reciente en que se milimetraban los saques de banda por el lugar en que salía el balón y ahora, por el contrario, cada cual saca desde donde le sale del moño, lo mismo que la distancia de las barreras calculadas a ojo pese a la marca de spray que no sirve para su posición correcta.

Pero el jefe del vestuario mallorquinista no puede desviar la atención sobre el director de la contienda cada vez que pierde un partido. Lo hizo en el campo del Levante con un penalti a favor, repitió en Vallecas reclamando más descuento, justificó la derrota ante el Betis por la leve sanción de la entrada de Víctor Ruiz sobre Galarreta y esta vez ante el Valencia ya ni se sabe porqué. Mal ejemplo para sus jugadores. Antes de fijarse en el árbitro sistemáticamente cada cual debería examinarse a si mismo. En ninguno de los cuatro partidos citados se dieron influencias arbitrales en el resultado final, más allá de que sus actuaciones fueran mejores o peores.