De «provisional», nada
El titular es que la UEFA admite «provisionalmente» al Barça en la Champions. La explicación, que no la tienen, es que requerirán información puntual del avance y desarrollo del caso Negreira, que tampoco lo va a haber. La realidad no es otra que la que contemplan la Liga de Fútbol Profesional y la Federación Española de Fútbol: necesitan al club de Laporta, el equipo de Xavi, para mantener sus ingresos.
La UEFA solo se atreve con los débiles, como le ocurrió al Mallorca el 2010 o lo acaba de sufrir Osasuna, cuya competición continental ha salvado el TAS para escarnio y ridículo de los argumentos esgrimidos por los «inspectores» de Ceferin, presidente de la Unión Europea de Federaciones Asociadas, para despreciar, sobre todo eso, al club navarro que, por cierto, tampoco es sociedad anónima, lo mismo que merengues, culés y leones.
La UEFA no solo precisa a los grandes, sino que la fábrica de dinero depende de que se planten al menos en cuartos de final. Manchester City, United, Real Madrid, Paris Saint Germain, Bayern de Munich, Barça y alguno de los italianos (Inter y Milan esta última temporada). De ello dependen sus compromisos publicitarios y las ventas de los derechos audiovisuales o, hablando en plata, la televisión. Todo lo demás que digan o hagan no pasa de mero «postureo» para exhibir un poder que amenazó la Superliga de Florentino y dieciséis más, de los cuales solamente han resistido dos.
Que duerman tranquilos los seguidores blaugrana: en Montjuic, el Nou Campo o en San Petersburgo, siempre jugarán en Europa. Y en Miami, a la salud de Javier Tebas, o Arabia, a la de Luis Rubiales.