Declaración de intenciones

Cuando Luis García Plaza afirma que el «Alavés no es uno de nuestro grupo», no sé si se refiere a que es superior al Mallorca o, por el contrario, luchará por objetivos más modestos. En mi opinión los hombres de Javier Calleja están llamados a moverse en el segmento del último tercio, igual que hicieron la pasada temporada aun reciente.

Empezaron contra el Real Madrid, lo cual hace difícil establecer una valoración medianamente justa, pero no se han reforzado en exceso, como la mayoría, y por mucho Joselu que encabece su ataque, tampoco es para tanto, necesitará más que eso para aspirar a una campaña tranquila.

Ello no implica que vaya a ser fácil puntuar en Mendizorroza. Allí sobreviven hombres duros tras la muralla con el portero Pacheco al frente y veteranos tal cual Laguardia o los ex mallorquinistas Ximo Navarro y Pina, este último medio de contención en el centro del campo. Ninguno es precisamente Baressi o Beckenbauer. De otro lado, seguro que Rodrigo Battaglia, incorporado ya a la disciplina balear conoce al dedillo los codos y recodos por los que discurre el plan base babazorro.

Raillo, Jaume Costa y Sastre se han quedado en Palma. Más preocupante la baja del primero que la de los otros dos. Ha viajado Gayá, del filial, por si las moscas. Y por supuesto Kubo e incluso Fer Niño figuran entre los 23 jugadores desplazados a Gasteiz.

Sea o non sea de «nuestro grupo», el resultado de mañana encierra un golpe psicológico, una especie de declaración de intenciones pese a que todavía es muy pronto para otorgar al marcador más trascendencia de la necesaria.

Arbitrará Muñiz Ruiz, de Pontevedra. Debutante en Primera. El «hombre tranquilo» con el silbato en ristre. O así fue en segunda división. Pitó el Sporting-Mallorca (2-0), Mallorca-Girona (1-0) y Almería-Mallorca (0-1). Veremos como se le da el salto de categoría.