Desigualdad para todos

Se llenan la boca de reclamar igualdad social, hablan de ricos y pobres, de los mismos derechos para todos ya sea en cuestiones de vivienda, salarios, género, etc, etc, etc. Pero en cuanto llegan al fútbol, «¡con la iglesia hemos topado». Igual que le ley no regía en el circo romano, la desigualdad impera tan campante en el deporte. Seguramente no es tan importante como en otras esferas, lo gracioso es la comparación.

Aquí está Florentino Pérez tratando de imponer una competición de ricos, mientras los modestos se hipotecan hasta las cejas para sobrevivir. Está en su derecho, pero que le apoyen instituciones públicas como el Ministerio del ramo, o sea el Gobierno, y la Federación Española clama al cielo.  Si quieren hablar de adinerados y pobres que se limiten a revisar el reparto de los derechos audiovisuales entre los clubs de primera división y las diferencias que hay entre el Real Madrid, el Barça (palancas incluidas) y los últimos de la fila. Y no, no me vale el argumento de que reciben más porque generan más. ¿Acaso no generan también más las grandes corporaciones eléctricas, financieras, hoteleras, industriales……..?.

A demagogos no les gana nadie. Hablan mucho, pero siguen ignorando, no me cansaré de repetirlo, que además esos ricachones del fútbol, esas hiper empresas del balón compiten somo entidades deportivas sin ánimo de lucro, ¡qué gracioso!, frente a sociedades anónimas deportivas reguladas por leyes distintas. ¿Eso también es igualdad?.

Tommy Docherty, futbolista y más tarde entrenador, que falleció a los 92 años hace casi dos, dijo en cierta ocasión que: «Hay tanta política en el fútbol que no creo que Hnery Kissinger hubiera durado ni cuarenta y ocho horas en el Manchester United». Ahí lo dejo.