Efervescencia gaseosa

Parece que en el Mallorca nadie cree en la incidencia de los nuevos fichajes en la campaña de socios en vigor. Hace años el gabinete psicológico Gadeso llevó a cabo para el club cuyo resultado, francamente, no recuerdo. Lo que si sé, por lo que acabo de leer, es que mientras los abonados inscritos hasta la fecha en Son Moix o vía Internet apenas llegan a los 3000, noticias que llegan desde otras ciudades impiden festejar la cifra. En Córdoba hablan ya de más de 12000, y eso que casi descendieron a Segunda B y en Málaga, recién descendido, de más de 13000. En fin, no sé qué cuentan o venden por aquellos lares andaluces, será su labia y gracejo, pero se me antoja algo significativo.
Con ello no sugiero que el anuncio de rimbombantes incorporaciones sean capaces de disparar las colas de interesados. Tampoco que el vídeo del barco a o desde Valencia y el regreso de Alicante con las imágenes de Catalina Cirer vayan a motivar a nadie. Sea por una causa u otra, las burbujas eufóricas del ascenso se han esfumado hasta el punto de resaltar el paulatino abandono del viejo mallorquinismo, seguramente rancio para algunos, antes de que el neomallorquinismo haya logrado implantarse.
Si, es algo pronto para sacar conclusiones tan drásticas pero hay comparaciones que, en efecto, pueden resultar odiosas.