El arbitraje español, en entredicho
Según publica el deportivo digital Relevo, el miembro del Comité Técnico de Arbitros encargado del departamento que dirige a los colegiados del VAR, se nombró a si mismo para ocupar un puesto en la sala reserva, donde se ubican otros compañeros por si alguno de los designados se encontrara indispuesto, sin estar en activo en un partido entre el Atlético y el Real Madrid. Estas cabinas tienen comunicación directa con las principales, sin que esto sugiera nada antirreglamentario.
Las mismas fuentes aluden a una reunión interna de los jueces con su presidente Luis Medina Cantalejo en la que habrían reconocido haber perjudicado en distintas ocasiones a los tres equipos descendidos, Cádiz, Granada y Almería, además del Celta y, en el último tramo de la liga, al Betis. Aprovechando el examen de conciencia podrían haber incluido a aquellos a los que, por el contrario, beneficiaron, aunque nos los sepamos de memoria.
Corren malos tiempos para ellos. La UEFA acaba de devolver a casa a dos de los tres trencillas españoles en la Eurocopa, Gil Manzano, desastroso en el Austria-Francia, así como Hernández Hernández (VAR). Solamente continúa, solo ante la pantalla, el alicantino Martínez Munuera. Tendremos que reconocer que, Negreira arriba o Negreira abajo, el arbitraje español no goza de buena salud. Uno de sus ex afiliados, Estrada Fernández, depurado por los jefes, sugiere que el extremeño mantiene la escarapela FIFA por ser el representante arbitral en la Asamblea de la Federación Española y uno de quienes aplaudieron el discurso de Luis Rubiales.
En las ruedas de prensa que convocan para no explicar nada, deberían contar por qué cada año solamente descienden a dos árbitros de Primera y si alguno se encuentra en edad de retirada ni siquiera eso. Tres equipos descienden, tres «piteros» abajo. Ya leyeron en este blog el augurio confirmado de las purgas a Figueroa Vázquez, andaluz por andaluz, sube Quintero González, e Iglesias Villanueva, transferidos, cómo no, al vídeo. González Fuertes hizo los mismos méritos para acompañarles. Y si, siguen los mismos internacionales, más dos, Alberola Rojas y Muñiz Ruiz. Nada menos que diez, la mitad. ¿De verdad hacen falta tantos?. Será que lo que hace Roberto Rossetti, jefe europeo del solbato con la mano derecha, Cantalejo lo ignora con la izquierda.