El Mallorca vuelve a ampliar capital

Hace unos días el consejo de administración del Mallorca, íntegramente formado por accionistas extranjeros, hizo oficial la sustitución del jugador de baloncesto Steve Nash, que ya anunció su baja meses atrás para dedicarse a lo que sabe, la canasta, por el señor Glenn Richard Carlson, un inversionista minoritario de los Phoenix Suns. A pesar de la política de opacidad habitual desde el desembarco en el club de Robert Sarver y sus socios, el relvo coincide con una nueva ampliación de capital por 3 millones de euros con una prima de emisión de otros 6, lo que quiere decir que el nuevo consejero ha comprado sus acciones por un precio superior al nominal que, como comentábamos hace unos días apenas superaba los 3 euros por título. Es un tipo de operación frecuente cuando alguien se incorpora al accionariado de una sociedad en pleno ejercicio de su actividad ya que los accionistas iniciales han tenido que afrontar balances en los que los nuevos, el nuevo en este caso, no participaron. Un pequeño aumento en el precio de venta, dicho llanamente.

Es de imaginar que dicho cese/admisión figurará en el depósito de cuentas relativo a la temporada en curso, 2020-21, que se cerrara el próximo 30 de junio tal y como se refleja ya en las del 2019-20.

Al aficionado de a pié todo esto le trae sin cuidado, lo único que le importa es el resultado de cada domingo. A los mallorquines en general todavía menos, pues de lo contrario la SAD no estaría en manos de millonarios norteamericanos. Eso también ocurre en las mejores familias, de no ser así el Barça nunca habría llegado a acumular una deuda superior a los mil millones, ni tampoco el Madrid, el Atlético, el Betis y, en fin, cada uno la suya. Y ahora que no van espectadores a los estadios seguro que los gastos de limpieza y personal adscrito han bajado un montón. ¡Que no falte el papel higiénico!.