Fichaje, si; ¿refuerzo? ya veremos

Cuentan testigos de los hechos y trabajadores de un restaurante de Palma que una noche entre semana se presentó Kang-in Lee con una amiga para cenar. No tenían reserva y no había sitio, sin embargo a la pareja no les importó esperar su turno aunque tuvieran que hacerlo sobre la acera, junto a la puerta del local.

Iban entrando otros clientes que si disponían de mesa reservada, el futbolista se iba mosqueando al ver que no le llamaban e iba entrando gente, por lo que interpelaba a una camarera reclamando su vez. Tanto fue el cántaro a la fuente que la chica se dirigió al dueño un tanto molesta exclamando en voz baja: «¡estoy hasta el gorro de este chino de ahí fuera!». No reparó en que el jugador la había oido y, respetuosamente, le respondió: «no soy chino, soy coreano y sepa usted que tengo permiso de trabajo en España y juego con el Mallorca». Consta que al fin le ubicaron y ahí quedó la cosa.

Ahora acaba de llegar un ¿refuerzo? para Arrasate que no ni chino ni coreano, sino japonés. El cuarto, tras Yoshito Okubo, Akihiro Ienaga y Takefusa Kubo. No valen las verdades a medias. Es cierto que ha sido internacional, pero también que ha faltado a varias convocatorias de la Selección de su país. Es verdad que viene de disputar 29 partidos de los 34 de que consta la Bundesliga y ha marcado seis goles con el Bochum, pero no es menos cierto que este equipo ha disputado la promoción de descenso y que le ha dejado libre, como ya la ocurrió en su anterior club, el Partizán de Belgrado.

Hay que contar lo bueno y lo malo y siempre, siempre, darse un margen antes de emitir juicios de valor, más allá de que, sin duda, la influencia de un patrocinador nipón haya precipitado la gestión. Pero intentar vender el fichaje como si se tratara del mismísimo «messi asiático», difundiendo datos parciales y vídeos de sus goles o aciertos más o menos actuales y ninguno de sus errores, comporta un exotismo pasado de moda y un intento de imputarse un éxito de gestión que está por ver. Takuma Asano no es Kang in Lee ni chino, sino japonés y tiene permiso de trabajo para jugar en España y en el Mallorca. Si hay mesa para él,  ya se verá.