Haciendo amigos

Cuando el Mallorca abre la puerta de salida a Abdón, Maheta Molango debería recordar por qué le firmó 4 años de contrato pese a las advertencias de quienes conocían su trayectoria, por otra parte al alcance de cualquiera que estuviera al tanto de su carrera. Según me consta desoyó a todo el mundo lo que, según cuentan sus propios allegados, hace habitualmente. Aquellos polvos trajeron estos lodos y el del joven Prats no es el único caso. Este menda ya escribió en su momento la barbaridad de suscribir fichajes de larga duración.

Pero el tiempo pone a cada cual en su sitio, como es obvio. No se trata de sentarse a la puerta de casa y esperar a que pase el cadáver de tu enemigo, no dramaticemos, sino sencillamente dejar que cada uno vaya descubriendo lo que está a la vista sin conferir carácter de profecía a cuestiones tan evidentes.

No hace mucho que también escribí que al CEO del Mallorca le molesta el público, las penyes, los periodistas y llegará el día en que el conjunto del club o, al menos, todo su entorno. Me dicen mallorquinistas de pro que las pocas facilidades con que se encuentran los abonados de nuevo cuño, el desprecio a los accionistas del Lluis Sitjar, el trato a los peñistas y, por supuesto, la extraña planificación de la plantilla y la pretemporada solo son la punta del iceberg. No tardará en aflorar a la superficie en toda su extensión. Esperemos que no sea demasiado tarde.

Por cierto, un apunte: si las repesentantes municipales Jhardi y Susana Moll no hubieran leido los periódicos e internet, no sabrían ni de dónde les sale Pedro Colombás, q.e.p.d. Más postureos no, por favor. Y a costa de según  quien, aun menos. Respeten por lo menos eso.