Urgencias no, necesidades

No es fácil puntuar en Mendizorroza. El Alavés es un equipo intenso aunque no ha empezado la liga demasiado bien pese a que no se han producido cambios muy significativos en su plantilla, pero Asier Garitano no parece haberse hecho con las riendas del equipo como si lo hizo con éxito en el banquillo del Leganés. Si acaso los cambios más relevantes han sido en su delantera, donde Joselu, nada que ver con el ex del Mallorca, y Lucas Pérez, a distancia del goleador que fue en el Deportivo, han tomado el relevo de Calleri o Borja Bastón.

Pero la esencia es la misma y si bien se puede echar de menos a Maripán en defensa, donde se había consolidado Ximo, bien conocido por Son Moix, las altas del colombiano Dani Torres procedente del Albacete y Alex Vidal, el del Barça y Sevilla, deberían haberle proporcionado una consistencia que, por ejemplo, no tuvieron el pasado jueves en Anoeta, donde fue arrollado por la Real Sociedad. Alli reencontraremos a Tomás Pina, también de pasado bermellón. El entrenador no ha ocultado su preocupación ante el arranque que han tenido y expresa su preocupación ante la visita del cuadro balear.

Ya veremos con qué mimbres cuenta finalmente Vicente Moreno para revertir los problemas defensivos de las últimas citas, coincidentes con la baja de Raillo cuya lesión, como todo bajo la batuta de Maheta Molango, es un verdadero misterio. Y no es el único. El técnico valenciano no es amigo de introducir muchos cambios, pero algo moverá posiblemente en la zaga y el centro del campo. Desde fuera inquieta la fragilidad del flanco izquierdo, la baja aportación de Lago Jr., la soledad de Budimir y, en relación al pasado martes, la ausencia de Febas. Pero esta iglesia tiene un doctor que no es otro que el maestro en cuestión.

Arbitro de lujo para un choque entre dos modestos. La tarea ha recaido en el madrileño Carlos del Cerro Grande, 38 veces internacional, con 8 campañas en primera división y 43 años a sus espaldas, así que sabe lo que se trae entre manos. Primer clasificado del trofeo Guruceta le temporada pasada y poco amigo de tarjetas precipitadas o poco claras, lo mismo que en las áreas. En principio, una garantía.