Hambre para hoy y también para mañana
La Federación Balear de Fútbol emitió un comunicado en el que da cuenta del apoyo de los clubs consultados a la propuesta de finalización de competiciones desde Segunda B hacia abajo elaborada por la Federación Española de Fútbol y que, básicamente, elimina los descensos de categoría, propone le celebración a puerta cerrada, en campo neutral y partido único de los play off de ascenso y la ampliación de la susodicha categoría a 22 equipos durante tres o cuatro temporadas hasta volver a la composición actual u otra.
Nadie pensaba que la votación saliera al revés, no porque no pudiera se sino porque a nadie se la pasaba por la cabeza que precisamente la Balear se pusiera en contra de Luis Rubiales. El amén o el «trágala», allá cada cual, se ha aceptado por abrumadora mayoría en porcentajes que superan el 70 y en algunos casos el 80 por ciento de los encuestados. ¡Qué manía esta de ofrecer las conclusiones en términos porcentuales y no en números absolutos!. Es decir sabemos qué sectores votan, pero no cuántos han respondido. No es que desconfiemos, nada más lejos de nuestra intención, pero es como esas consultas de telediario en las que el presentador anuncia: «hemos salido a la calle a preguntar…….», salen cinco tíos a decir la suya y ¡venga!, pasamos página. ¡Ojo!, que seguro no habrá sido el caso. No.
Eso si, llama la atención que los dirigentes de los clubs se muestren tan proclives al suicidio. Que aquellos a quienes se evita el descenso, algo así como el aprobado general de la ministra Celáa, estén de acuerdo se ve venir. Que los líderes prefieran jugársela a un partido, sobre todo evitando los diez que quedan, también. Pero que la mayoría insista en la angustia de mantener e incluso ampliar una categoría ruinosa desde su creación y hasta la actualidad, es de nota. A lo mejor creen que la comercialización unificada de los derechos de televisión en la categoría concedida a Las Rozas les va a sacar del hoyo y pagar sus deudas. De ilusión también se vive.