«Hat trick» de victorias (1-2 en el Nuevo Zorrilla)

Tras un primer tiempo anodino, el Mallorca dominó a un Valladolid inferior ya en la segunda parte, cuando Sergi y Dani Rodríguez despertaron de un letargo del que solamente Samu parecía liberado. Precisamente un balón de oro servido por el gallego y controlado en carrera con una precisión digna de mayor continuidad por Larin, permitió inaugurar el marcador que, de no haber mediado un error de Valery que hubiera supuesto el tercer gol, hubiera evitado un minuto de inquietud al reducir distancias Iván Sánchez desde fuera del área en el minuto 93, diez más tarde de que Valery aprovechara un regalo de Luis Pérez para reafirmar el triunfo.

ALINEACIONES:

Real Valladolid.- Hein (1), L.Pérez (0), Juma Bah (1), D.Torres (1), L.Rosa (1), M.Martín (0), Comert (0), K.Pérez (1), Raúl Moro (1), Machis (0) y Latasa (1).

Minuto 50, Chasco (0)  por Luis Pérez e Iván Sánchez (2) por Machis. Minuto 64, Juric (1) por M.Martín y Sylla (0) por Kike Pérez. Minuto 71, Maroto (2) por D.Torres.

R.C.D. Mallorca.- Leo Román (1), Maffeo (1), Raillo (1), Copete (2), Mojica (1), Samu (2), Morlanes (0), R.Navarro (2), S.Darder (1), Dani Rodríguez (1) y Larín (1).

Minuto 63, Mascarell (1) por Morlanes. Minuto 74, Chiquinho (0) por Dani Rodríguez, Abdón (1) por Larin y Valery (2) por Sergi Darder. Minuto 85, A.Sánchez (-) por R.Navarro.

ARBITRO:

Munuera Montero (1), de Jaén. Algo permisivo con la dureza de los locales y decisivo en el gol de Iván Sánchez precedido de una falta de libro sobre Mojica que no sancionó. 16 faltas a favor del Mallorca y solo 9 en contra, un dato que avala lo dicho. Tarjetas amarillas para Samu, Morlanes y para los locales Juma Bah, Comert y Kike Pérez.

GOLES:

Minuto 58, pase en profundidad preciso y precioso de Dani Rodríguez sobre Larin quien, en carrera, controla y, sin parar, fusila por alto a Hein. 0-1

Minuto 82, Valery roba un balón al presionar al defensa y solo ante Hein, le bate de tiro raso y cruzado al palo largo. 0-2

Minuto 93, Raillo hace una mala entrega, el balón desplazado a la derecha lo intenta saca Mojica que recibe una falta de Iván Sánchez. El árbitro deja seguir, y Maroto aprovecha el cambio de juego para centrar al borde del área donde el autor de la infracción cruza un disparo inapelable a la escuadra. 1-2

SEMANA FELIZ

Los lunes abren semana, pero cierran jornada. Los viernes clausuran los días laborables y, sin embargo, abren el telón de una nuevo «fin de» de fútbol. El mundo, al revés. No para el Mallorca que bajo la fría temperatura del que llamaron el «estadio de la pulmonía», heló la condición de invicto, solo en su feudo, de un Real Valladolid limitado dentro y fuera del campo.

Mientras Arrasate insistía con el exitoso plan desarrollado en Sevilla, Pezzolano se organizó para no encajar. Lo consiguió durante los primeros 45 minutos más por la lentitud y la escasa auto exigencia visitante, con Larin torpe, Dani desaparecido y Darder lento y reiterativo, que por el desorden de los pucelanos, con Raul Moro cambiado de banda, Machis sin ella y un único delantero, Latasa, más solitario que un naufrago en medio del océano.

Con Morlanes insustancial, como de costumbre, el centro del campo se mantenía gracias al espíritu combativo de Samu, omnipresente. Fuera de todo ello, la nada. Hein y Leo Román de vacaciones.

El técnico local no esperó, le faltó paciencia antes de explorar opciones más determinantes. Un cambio de cromos que desembocó en una mayor libertad de movimientos de Sergi Darder y la renuncia de Dani a acompañar a Larín para crear una superioridad en la medular donde Morlanes andaba perdido. Lo vieron desde el banquillo y apenas cinco minutos después de que el gallego y el canadiense aparecieran de forma estelar, Mascarell pisó la cancha para asentar el control de la situación en el primer cuarto de terreno.

El gol minimizó aun más la endeblez vallisoletana manifestada en su limitada condición técnica y, sobre todo, su falta de ideas. El Mallorca sabía a qué jugar; su rival, no. Cierto que el segundo tanto bermellón, bien ejecutado por Valery, fue propiciado por un garrafal error defensivo, pero Copete primer y el propio Valery tuvieron en sus cabezas la fallida oportunidad de sentenciar sin remisión.

El avance del cronómetro hizo que el postrer tanto blanquivioleta se quedara en anécdota. El encuentro agonizaba y algunos jugadores se habían ganado un merecido descanso. No hay mejor medicina ni antídoto que un buen resultado y si ya son tres consecutivos, ¡fiesta!.