La excepción del Mallorca
A falta de diez jornadas para el cierre del campeonato de liga, -después vendrá la Eurocopa y el Mundialito de no sé qué y la Champions y lo que se les ocurra, ¡qué pereza!,- han caído doce de los veinte entrenadores en primera división. ¡Casi nà!. Entre cuatro clubs se han cargado a nueve, ¡vaya tela!.El Celta ha aguantado lo indecible a Rafa Benítez por puras cuestiones económicas, las mismas por las que sube al técnico del filial que ya veremos lo que dura.
Más exagerado ha sido el recambio en el Almería, que después de 28 jornadas sin ganar un solo partido, recurre a Pepe Mel tras haber prescindido de Vicente Moreno, Alberto Lasarte y Gaizka Garitano. ¿De verdad esperan evitar el descenso sumando como mínimo catorce puntos sin que el décimo séptimo clasificado conquiste ni uno?. Villarreal, ya a refugio, Sevilla, Cádiz, Granada y Rayo Vallecano completan la flota.
A lo largo de una competición tan larga se pueden producir motivos de distinta consideración para justificar un relevo en el banquillo. A veces sale bien y otras, mal. Pero cuando ha desfilado una procesión de entrenadores sin hallar remedio alguno, quien tiene que hacer los bártulos es el director deportivo, la mayoría de sus colaboradores y el mismísimo presidente.
Sin defender ni poner en duda su trabajo, es digno de mención que el Mallorca es el único entre los siete últimos clasificados que ha confiado en el capitán de la nave, Javier Aguirre. Habrá que esperar al 26 de mayo para saber si ha acertado o no, sin embargo y por las causas que sean, el club ha capeado el temporal sin sustitución del mando por mucho que las ideas del almirante Ortells y el Vasco discurran por vías divergentes o, al menos, no coincidentes.
Claro que la tormenta aun no ha amainado, que caigan rayos y resuenen truenos en latitudes próximas no implica que la mar se amanse. Se precisa calma y experiencia para vencer la galerna, las que pierden dirigentes cegados por su prepotencia e ignorancia. El dinero, incluso el poder, no lo da todo. Ni mucho menos.