La trampa boba de la ley absurda

Vaya por delante que siempre me ha parecido una soberana tontería la norma federativa por la cual un árbitro no puede dirigir partidos oficiales a equipos de su territorio. Es evidente que tal despropósito se aplica para evitar suspicacias por lo que conceptualmente pone en duda el principio de imparcialidad de los hoy ya profesionales del silbato. Se trataba de evitar suspicacias y el ideólogo debía pensar que corromper a uno que está cerca es más fácil que a otro que venga de lejos.

Un día les contaré cómo se intentó comprar al mallorquín Diego Balaguer en un Las Palmas-Espanyol. En su día lo publiqué en Ultima Hora, donde trabajé durante veinte años, citando incluso el número de cuenta corriente y banco donde se había ingresado el dinero del que, por cierto, el colegiado jamás tuvo noticias ni antes ni después del evento. Vamos que la pasta se la chupó el intermediario.

Lo que quiero decir es que, como buenos españoles, no se ha abolido la regla, sino que se ha creado la trampa de la ley que, por supuesto, cuenta con los colaboradores necesarios. Son varios los colegiados inscritos en comités territoriales distintos a su lugar de nacimiento, residencia aparte. Los hay tanto en primera como segunda división, es decir en las competiciones profesionales en las que, sin ir más lejos, un integrante del Comité de Baleares aunque madrileño de pura cepa, va a pitar al Real Madrid en Cornellá esta misma semana. Y no es la primera vez.

No, punto en boca los maledicentes porque no pongo en duda ni por asomo la honestidad de Cuadra Fernández que, de otro lado, a lo mejor es del Atlético o el Rayo o el Getafe, vayan ustedes a saber. Lo que digo es que nos dejemos ya de hipocresías, de comités de designación y demás sandeces. Que todos piten a todos, por sorteo puro y a quien dios se la dé, que se la bendiga quien quiera. Eso sería lo más justo. Todo lo demás, invitaciones a la calumnia, la desconfianza cuanta pamplina contenga el diccionario. Claro que, más aun, lo suyo sería que el colectivo arbitral se constituyera como un órgano independiente al margen tanto de la Federación como de la Liga. Nada que se parezca al Consejo General del Poder Judicial, para tenerlo más claro.