La UEFA se divierte
Aparte de contar el dinero que les entra a espuertas, en la UEFA hay poco trabajo. Por eso organizan reuniones, con sus correspondientes dietas, para cambiar cosas que empeoran el fútbol idea tras idea. Su última ocurrencia ha sido insistir en la prolongación del tiempo, pues una media de 15 minutos alcanzada durante el Mundial de Qatar lo consideran poco y los 8 de media que se añade en la Liga Santander, una miseria.
Esta gente no sé qué partidos mira. En la mayoría de ocasiones no sólo, con tilde, sobra parte del tiempo reglamentario, sino la hora y media completa. Si ahora la amenaza adquiere visos de realidad y nos vamos a ir a encuentros de dos horas o poco menos, será cuestión de pensar seriamente si nos pasamos al circo de la Kings League esa de no sé qué «influencer» y Piqué.
Lo curioso es que el el famoso Pier Luigi Collina, jefe de la cosa arbitral europea, ¡menudo chollo!, explica que el descuento de 30 segundos por cada ventana de sustitución de jugadores se queda corto, que en las celebraciones de los goles se pierden dos minutos por cada uno y en los saques de esquina, faltas y penaltis. Yo pondría un patinete para que los lanzadores vayan más rápido hasta los corners y, en lugar de recoge pelotas, unos muelles que devuelvan el balón como un resorte en cuanto salgan del terreno. Pero, sin embargo, me llama la atención que el ex árbitro italiano no haga mención del tiempo que se pierde en las consultas al VAR. Yo creo que los colegiados en cabina se aburren soberanamente a la vista del lamentable espectáculo servido y se entretienen revisando lo que no hace falta, tirando líneas de colores como si fueran fuegos artificiales y tomándose un café mientras su colega en el campo se va a visionar la pantallita, que ya la podrían poner de 43 o 55 pulgadas en aras de gozar de un detalle lo suficientemente grande para no equivocarse tanto.