La última, por ahora

Voy a cerrar por esta semana el culebrón Maheta Molango pese a su empeño en no dar motivos para hacerlo. Si se pregunta por qué cae mal en el mallorquinismo, estos días ha insistido en demostrar lo poco que le importa el sentimiento de la afición que, igual que el público y la prensa, le sobran.

Las redes sociales están llenas estos días de seguidores indignados por la programación del partido contra el Zaragoza el lunes por la noche. En realidad todo el fútbol español está hasta las narices de ello y algunos, como el Alavés, han pagado su atrevimiento al mostrar las gradas vacías de Mendizorroza en tan intempestivo día y hora. Pues bien, a través de facebook, twitter o whats app, se ha instado a los espectadores que acudan pasado mañana a Son Moix a demorar cinco minutos su acceso a las gradas como protesta por la cita mientras que el consejero delegado del Mallorca se ha limitado a esquivar el asunto.

No se sorprendan. Fue Javier Tebas quien colocó a Molango en el club y quien mañana lo puede quitar a poco que se lo proponga a Robert Sarver. De ahí que las imposiciones de la Liga sean dogma de fé en el club y, entre otras medidas, también se hayan ubicado en la tribuna oriental las cámaras de televisión desde donde no pueden captar el desierto de estos asientos que el propio Maheta ha decidido vaciar en contra de los propios abonados, forzados a adquirirlos en cubierta para complacer al presidente de la LFP  y con el fin de que se vea más público en la llamada «U» televisiva.