Los ciclos de la historia
Disfrutemos la resaca que nos queda, pero sin olvidar que no hay tiempo que perder. La temporada termina oficialmente el domingo, pero hay equipos de primera división que llevan ya casi un mes de vacaciones y todavía les queda hasta mediados de julio. La liga, señores, empieza en la tercera semana de agosto y Vicente Moreno y su tripulación gozarán de un merecido, aunque me temo que corto, descanso. Y el salto es tan abismal para subir que cuando se desciende, camino que suele recorrer de nuevo uno o dos de los que ascienden.
No es momento para especular sobre altas y bajas sin haber digerido todavía la euforia de la conquista. Pero en los despachos no se cierra. Perdido Estupiñán, que la próxima temporada todo indica que pisará Son Moix en el equipo visitante, probablemente Osasuna, lo más inmediato es negociar el destino de los cedidos: Valjent, Leo Suárez, Stoijljkovic y Budimir, puesto que Salva Ruiz se queda en Valencia. Pero además es preciso revisar los contratos del resto en función del diseño que habrán de consensuar entrenador y director deportivo. No veo un invierno de descanso en Palma a jugadores como Pablo Valcarce o Carlos Castro y otros, sin dar nombres, no encajarán entre los márgenes de exigencia que se avecinan.
Descolgadas las redes de las porterías, despintada la cal del terreno de juego y devueltos los banderines al almacén, la actividad se centra en los despachos. Los pasos que se den a partir de ahora determinarán el futuro más inmediato y la verdad del proyecto de Robert Sarver y «partners». La historia es cíclica.