Madrid, Barça y dieciocho más
¡Echénle guindas al pavo!, quiero decir números. El límite salarial global de los 20 equipos de primera división del fútbol español ronda los 3.000 millones de euros. Pues bien, a los clubs que compiten en Europa se les permiten gastos hasta un total, siempre en cantidades redondeadas, de 2.300 millones y al resto, ni más ni menos que 14, 700.000 euros entre todos. El Mallorca, aclaremos, anda por los 50 «kilos». ¿De verdad alguien puede creer que es posible una liga disputada en igualdad de condiciones?.
Solo el Madrid y el Barça, con más palancas que las empleadas en la construcción de las pirámides de Egipto, se hacen con el 43 por ciento del total. Son los que generan más audiencia en la televisión, los más conocidos mundialmente y representantes de las marcas España y Cataluña en todo el mundo. Protegidos, si; beneficiados, también; interesadamente enfrentados y evidentemente favorecidos. Esto no va a cambiar por razones obvias, más allá de las influencias mediáticas y no tan expuestas de sus rectores. Ahí está el caso Negreira y, recientemente, el presunto pago de la directiva Bartomeu a periodistas. No pasará nada.
No asumir el montaje equivale a renunciar. Esta es una de las normas tácitas de inscripción, sin que la Liga de Fútbol Profesional o la Federación Española puedan ni quieran hacer absolutamente nada. Javier Tebas los necesita para generar ingresos y Luis Rubiales los necesita para sus programas estelares, Supercopa, etc, y la Selección. Detrás de ellos hay comparsas mayores y menores. Y hasta que un día lo más pequeños no se unan, se levanten y no reivindiquen su imprescindible contribución al negocio, el campeonato continuará al amparo de la manipulación, el engaño, el circo y la falsa deportividad.