Mandan los mismos
Una vez más se pone de manifiesto que en el fútbol español no manda la Federación ni la LFP o, mejor dicho, lo hacen a través de las instrucciones emanadas del Real Madrid o de c’an Barça.
El último en tragar y pagar las consecuencias ha sido el Sevilla que, por narices, tendrá que jugar la Supercopa a partido único y en campo neutral por los compromisos culés. Una vez más el débil a pasar por el tubo. ¿Habría sucedido lo mismo de ser el equipo andaluz el que tuviera las fechas ocupadas?. Todos sabemos la respuesta. Después del atraco de Lopetegui, es el segundo «trágala» al que se ha visto sometido el nuevo presidente de la RFEF, Luis Rubiales. Un mandoble desde cada lado y patada a seguir.
Tras los mandatos de Pablo Porta y José Luis Roca, los ex futbolistas no han reivindicado su capacidad como gestores. Ni Villar, pese a su larguísimo reinado, ni su sucesor. Como en la vida misma pesan los poderes fácticos.
Ya puestos a pedir, quisiéramos a un presidente capaz de enfrentarse a ellos y reconducir ciertas situaciones, desde el formato de la Copa del Rey a la imperiosa necesidad de reducir a 20 equipos la segunda división «A», sometida al calvario de un calendario de 42 jornadas más el preceptivo play off.
Si, quedan muchos gatos pendientes de que alguien les cuelgue un cascabel de una vez por todas.