Ni ellos se aclaran

Que dice el presidente de la Federación Española que los futbolistas necesitan 72 horas de descanso entre partido y partido, así que vamos a la aritmética. Basándonos en la hipótesis de su cordial enemigo al frente de la Liga de Fútbol Profesional de que las competiciones profesionales podrían reanudarse el 31 de mayo o el 6 de junio, habría que jugar hasta la segunda semana de julio y, en cualquier caso más allá del 30 de junio, fecha de finalización de contratos y cesiones. Si además añadimos que el colectivo de jugadores goza de un mes de vacaciones, las pretemporadas no comenzarían hasta el mes de agosto y la liga 2021-22 en ningún caso antes de avanzado el mes de septiembre. No entro en fechas libres para previas de Europa League, Champions y partidos de selecciones para no liar aun más la madeja. Y todo si hay acuerdo entre las partes y sin entrar a debatir si a puerta cerrada, si habrá vuelos para veinte desplazamientos cada tres días, etc, etc.

Iker Casillas, candidato promocionado por Javier Tebas para pelear con Rubiales la presidencia del organismo de Las Rozas, sugirió tomárselo con calma y reconducir los calendarios a sus años naturales. Terminar el actual con calma llegando hasta finales de octubre, libre noviembre, presentaciones en diciembre y comienzo de la liga en enero 2021. Curiosamente su propio patrocinador se tiró a su yugular. Eso Roures no se lo consiente a nadie.

Por lo que respecta al fútbol exclusivamente federativo, es decir de Segunda B para abajo, el paisaje no cambia mucho salvo, por supuesto, para el buen número de equipos insulares, tanto de Canarias como de Baleares. En el caso de los cuatro grupos de la categoría, hablamos de cuarenta viajes por tierra, mar o aire hasta finales de junio y al menos quince días de julio para los play off que, no se nos olvide, también afectaría a los clasificados entre el tercer y sexto lugar de Segunda A.

Yo ni quito ni pongo rey, estos son los hechos y los datos, pero si entre ellos mismos son capaces de ponerse de acuerdo, imaginen qué pintamos los demás, principalmente los aficionados que, sean de a pie o teleespectadores, sostienen la gallina de los huevos de oro. Algo descoloridos por cierto.

Para los lectores más pacientes, aburridos o interesados, adjunto noticia aparecida hoy en el digital El Confidencial.

Un juzgado de Nueva York (Estados Unidos) acaba de sentar en el banquillo a un exsocio de Jaume Roures por el presunto pago de sobornos a un alto cargo del mundo del fútbol para que Imagina, el ‘holding’ de Mediapro, se adjudicara los derechos de televisión para emitir torneos internacionales, según anunció la Fiscalía en un comunicado. El procesado es el empresario catalán Gerard Romy, fundador de Mediapro y accionista de referencia de la compañía hasta hace unos meses. La Fiscalía estadounidense le atribuye los delitos de fraude y blanqueo de capitales, castigados con hasta 20 años de cárcel cada uno, y una tercera acusación por integración en organización criminal.
Mediapro ya reconoció su implicación en este caso, bautizado como FIFAgate, en julio de 2018. Admitió su participación en los sobornos y pagó una multa de 20 millones de euros. Pero la acusación siguió avanzando para Romy. En el momento de los hechos, era uno de los máximos directivos del gigante audiovisual con un 12,2% de las acciones, la misma participación que tenían entonces Roures y Taxto Benet, el otro fundador del grupo, uno de los más importantes de Europa en la creación de contenidos multimedia y la gestión de derechos deportivos.