No perdamos el foco

Yo quitaría hierro a la derrota ante el Real Madrid. Es lo normal, más allá de los guarismos y el análisis del juego. Lo peor es que se acumulan cinco partidos sin puntuar y esto pesa más en el ánimo que en la clasificación porque los habitantes del furgón de cola tampoco hacen milagros.

Se me antojan más preocupantes otros detalles. Los exabruptos de determinados jugadores en caliente después de los partidos, por desgracia el propio entrenador no da ejemplo en este sentido, perjudican más que benefician. Creo que el club debería advertir y vigilar algunas declaraciones tanto en medios de comunicación como en redes sociales. Son profesionales y no tienen que entrar en polémicas propias de aficionados ni forofos. Yo puedo decir si en caso de duda los árbitros se inclinan por el color blanco y otros que van en distinta colada, pero no Raillo, ni Dani Rodríguez como hizo en Cádiz o Pablo Maffeo liarse a fotos y coñitas marineras en Twitter o Instagram.

Porque el fútbol, igual que los árbitros, te suele dar lo mismo que te devuelve. Hoy te quejas de que lesionaron a Galarreta sin expulsar a Victor Ruiz del Betis y mañana te pueden mostrar una roja a cualquiera de los tuyos por mucho menos. Esta temporada al Mallorca le han pitado siete penaltis en contra, pero seis a favor. La balanza baila en equilibrio.

Es preciso dejarse ya de aferrarse a historias sin sentido y sin remedio para centrarse en las diez jornadas restantes, las decisivas. Ya puestos a asir agarraderos, el más firme y seguro es el de que haya tres equipos peores.