Quien llora tampoco mama

Celebro que Luis García Plaza haya desatado en redes sociales la fiebre contra la injusticia del aplazamiento de partidos de liga de ciertos equipos, pero no de todos los que cuentan con jugadores internacionales en sus filas. Lamento que, tras quejarse un día después de la última vez que el tema se trató en este blog, añada que «no pasa nada porque lo que diga el entrenador del Mallorca no va a ir a ninguna parte». Tranquilo «míster», lo que diga yo tampoco. Y eso que por esta vez coincidimos aunque sea tarde porque el lío, la manipulación, el atropello ya se dio hace un par de jornadas, concretamente la cuarta, con el Sevilla-Barça y el Villarreal-Alavés.

El maestro armero, es decir el culpable, esta vez es el justiciero Javier Tebas, presidente de la LFP que, en efecto, debería estar para hablar en nombre de todos y no solo de unos cuantos. Pero, claro, el hombre anda más preocupado en loar la gestión económica de Florentino Pérez o en encontrar la fórmula para que el Barça mejore su límite salarial. Porque ha sido la Liga la que ha solicitado del CSD la suspensión de los encuentros en cuestión, no vaya a ser que, ya sin Cristiano y Messi en la competición española, alguna de las pocas estrellas que quedan pille un resfriado o algo peor en su cómodo asiento de primera clase a bordo de un avión.

No se preocupe don Luis que usted y yo no somos los únicos invisibles. Eso de que la prensa es, mejor dicho era, el cuarto poder no es un camello, pero si un camelo. A la par que el papel ya no sirve ni para envolver el pescado, los medios bastante tienen con situarse en la izquierda o la derecha para seguir chupando del dinero público, sin dejar de presumir de rigor y de empresas privadas.