Racismo de telediario
Va Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional por la desidia de los clubs que la integran, y anuncia, con su desparpajo habitual, que va a crear una comisión para hacer un seguimiento de lo que ocurre con Vinicius allá por donde va. En el mismo contesto reconoce que ya ha formulado seis denuncias por el mismo motivo y con idéntico jugador como protagonista. Por algo será, diría la Bombi, aquel personaje televisivo interpretado por Fedra Lorente en el «1-2-3 responda otra vez» de Narciso Ibáñez Serrador.
Puesto que el anuncio no aclara si, además de la media docena de actuaciones interpuestas en los Tribunales, ha habido otras en relación a otros jugadores distintos del brasileño, no sé a qué espera el Barça para pedir los mismos inspectores para vigilar actitudes o insultos racistas que afecten a Koundé, Dembelé, Raphinha, Ansu Fati, Kesié y no sé si alguien más. Si no lo hace es que el pacto de no agresión entre Florentino Pérez y Joan Laporta es más serio y firme de lo que pensamos.
Ocho ojos, al menos, para que nadie moleste a la estrella que gana más dinero en un año que Maffeo y Raillo en toda su carrera. Y a pagar, que el servicio no será gratis. Esperamos que vean más y con mayor objetividad que las pupilas de un arbitro, su asistente del lado correspondiente a la acción, dos colegiados más y un ayudante técnico del VAR incapaces de advertir un fuera de juego de medio metro. En total 10 ojos, pero esos les preocupan menos.
Seamos serios. Que cada club haga una lista de sus jugadores capaces de ser objeto y objetivo de los cuatro descerebrados de turno que hay en cada estadio y la remita a la LFP. Esto sería lo justo. Si también sería lo correcto ya se encargarán de vocearlo los habituales estómagos agradecidos, que no son pocos y, más o menos, se sabe quiénes son.