Salvación en dos frentes (2-2 en Son Moix)

Su empate ante un motivado Almería y el del Cádiz con Las Palmas, dejan al Mallorca una temporada más en primera división. Larin abrió el portal de la redención a los 28 minutos, pero primero Arribas a los 41 y después Bruno Langa en el 65 dejaron mudo todo Son Moix en los dos únicos tiros visitantes de toda la tarde. Con los oidos atentos al Nuevo Mirandilla y la mirada pendiente de una reacción en Palma, Sergi Darder sacó uno de los ases de su manga para restablecer las tablas a siete minutos de los noventa y asegurar la permanencia en función del resultado final donde el mar Mediterráneo se abraza con el océano Atlántico.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Rajkovic (1), Gio (1), Valjent (1), Raillo (1), J.Costa (0), Samu (0), Dani Rodríguez (1), Sergi Darder (3), Larin (2) y Muriqi (2).

Al comienzo del segundo tiempo, Mascarell (1) por Samu. En el minuto 62, Abdón (1) por Larin y Morlanes (1) por Dani Rodríguez. En el 68, Radonjic (1) por Copete y en el 76, Lato (1) por J.Costa.

U.D. Almería.- Fernando (2), Pozo (1), C.Montes (1), Chumi (2), Centelles (1), Melero (1), Edgar (1), Luka Romero (1), Arribas (2), B.Langa (2) y L.Suárez (0).

En el minut0 57, Robertone (1) por Melero. En el 64, L.Baptistao (0) por Luka Romero y Ch.Lozano (1) por L.Suárez. En el 82, Embarba (-) por Arribas y Radovanovic (-) por Centelles.

ARBITRO:

De Burgos Bengoetxea (1), de Bilbao. De criterio irregular en la apreciación de las infracciones y muy exagerado en la tarjeta amarilla mostrada a Raillo, más justificadas las exhibidas ante Copete y, por parte del Almería, Luka Romero, Arribas y Robertone.

GOLES:

Minuto 28, a la salida de un saque de esquina, Samu peina en el primer palo, la pelota rebota en Copete y sale hacia el segundo palo donde Larin llega antes que los defensas, muy cerca de la portería. 1-0

Minuto 41, centro desde la izquierda que la zaga no acierta a despejar y sorprende a Jaume Costa que no reacciona junto a Arribas, quien cruza un zurdazo raso e imparable. 1-1

Minuto 65, con tiempo para recibir, colocarse y tirar, Bruno Langa, desde 25 metros,  mete el balón por la escuadra de Rajkovic. 1-2

Minuto 83, Sergi Darder pugna dentro del área y entre tres contrarios, mete la punta de la bota para alojar la pelota junto al poste donde no puede llegar Fernando. 2-2

20.573 espectadores

Y APARECIO DARDER

Nunca es tarde si la dicha llega y las buenas noticias no se han prodigado esta campaña en torno al Mallorca que, antes que nada, digamos que mereció por dominio y ocasiones ganar un encuentro que abrió y cerró con más sufrimiento del deseado e incluso esperado. Pero aunque en fútbol es muy relativo hablar de justicia, sus hombres hicieron méritos sobrados, juego precipitado y nervioso aparte, para batir a un visitante agobiado y acosado en varias fases del lance y que remató, claro que con impecable acierto, solamente dos veces entre los tres palos de la meta local.

Ahí puedo peligrar la permanencia, en la falta de acierto, a veces fallos, a la hora del remate en el área andaluza, ensayado hasta once veces en la primera parte y no menos en la continuación. La necesidad apremia, ocasionalmente agradecida a la improvisación y en otras circunstancias para infundir miedo al error o acelerar las decisiones terminales.

No se podrá decir que el anfitrión no arriesgó a pesar de empezar con sus cinco guardianes atrás y cuatro al verse en desventaja. Pero corrió un riesgo innecesario al facilitar la superioridad numérica urcitana delante de esa última barrera y a la espalda de un solitario y premioso Samu. De ahí la entrada de Mascarell, menos alocado y mejor colocado que su compañero. Sin embargo el tanto rojiblanco al borde del intermedio hizo daño y cuando Javier Aguirre optó por quitar a un agotado Dani Rodríguez para meter a Morlanes, poco avezado cerca de la banda, se abrió la autopista para Bruno Langa autor de un segundo gol, sin oposición alguna, que causó no solo pánico, sino terror.

Y ahí es donde retomamos la buena nueva. Apareció Sergi Darder, el más fiable, el más reconocible y menos reconocido durante toda la liga. El de Artá se puso el equipo a la espalda y no se cansó de bajar a recibir balones y tirar hacia arriba a sus compañeros. Basculando por todas las zonas del campo, superó por si mismo los obstáculos que le salían al paso, prodigó acciones técnicas y tácticas fieles a sus virtudes y las coronó con un  tanto que dio, además de vida y esperanza, nada menos que la categoría. Con la inestimable ayuda del Cádiz, por supuesto, que, sin duda, ha sido, con creces, el peor equipo de la competición, incluido el Almería.

Hasta aquí podemos leer, habrá tiempo para un exhaustivo examen final. Por ahora, disfrutemos el momento.