Se van, pero no vienen

El director de fútbol del Mallorca, pomposo título cómo si hubiera algún otro deporte que dirigir, ha anunciado la incorporación de entre ocho y diez refuerzos, digamos lo así, en vistas a la temporada que arranca dentro de un mes. De momento uno, Copete, que ignoramos si valdrá para un barrido, un fregado o ambos.

Si tomamos en consideración las pistas del segundo de Javier Aguirre, Toni Amor -¡ay Amor de mis amores!-, en referencia a cubrir los huecos de aquellos que se han ido, hemos de interpretar que por ahora solo se ha llenado, o rellenado,  la baja de Sedlar. Falta un portero, mucho renovar a Leo Román hasta el infinito pero el mejicano quiere a otro más experto, alternar con Jaume Costa al estilo de Oliván, buscar sustituto a Salva Sevilla, nada fácil, un extremo o media punta que haga olvidar a Kubo, nada difícil, y un delantero centro que no obligue a terminar recurriendo a Abdón como cada año.

Pero a mi solo me salen cinco. Bueno, seis si entendemos que la de Battaglia es otra salida de momento sin retorno. Un expreso deseo del entrenador que no es muy fan de Baba. También puede ser que la inversión contemple los fichajes de enero, ya puestos a curarnos en salud.

A punto de fracasar el intento de vender a Maffeo al Atlético de Madrid, queda por determinar si este ingreso fallido condiciona todavía más la avara política de los americanos en cuestión.

Recomendación: vean las fotos de la manifestación de abonados del Sevilla ante el Sánchez Pizjoán en protesta por la subida de precios de sus carnés. Aquí mucha bengala en el Cami dels Reis cuando el equipo está en apuros y pare usted de contar.