Tal para cual

Las trayectorias del Eibar y el Mallorca no convergen, pero tampoco difieren demasiado. Si los palmesanos merecen lucir un etiqueta de buen equipo local, los armeros andan por ahi. En realidad han sumado en Ipurua las mismas victorias que el Mallorca en Son Moix, con dos partidos menos, este y el del próximo miércoles contra la Real Sociedad.

El club guipuzcoano encontró en Mendilibar a su técnico ideal y este a su vez el proyecto que mejor se adapta a su idiosincrasia. Cumple su cuarta temporada en el banquillo y no le exigen más que la permanencia con una política muy precisa de fichajes y traspasos y las acciones repartidas entre los propios aficionados de la localidad.

Sin suerte en las lesiones, el portugés Oliveira y el mallorquín Pedro Bigas han suplido al pobler Iván Ramis y Arbilla en el centro de una defensa que ha perdido a sus laterales, donde Correa (Cádiz) y Tejero (Albacete) no han llegado a cuajar. También se fueron Cucurella y Jordan, pero incorporó a Expósito (Deportivo), que forma junto a Diop con pedro León en una banda y Orellana en la otra o Inui, con una pareja de atacantes, Charles y el menorquín Sergi Enrich, perfectamente adaptados al estilo de una escuadra cuyos números son muy parecidos a los de la que dirige Vicente Moreno.

Cinco puntos los separan y al visitante ya no le sirven los empates. Al anfitrión tampoco si mira hacia atrás para observar ya no al Mallorca, sino al Celta, el Leganés y el Espanyol.

Ha viajado Budimir. El sacrificado esta vez ha sido Fran Gámez, ya que Salva Sevilla se encuentra sancionado por su expulsión la pasada jornada, lo que ha abierto la convocatoria al coreano Kin Yung-suen, que forma pareja exótica con Take Kubo. Sin embargo lo normal es que Febas entre por el andaluz y lo demás apenas cambie.

El árbitro, el catalán Estrada Fernández, peca más de halcón que de paloma. No es malo para los forasteros, ni bueno para los locales en líneas generales. No le queda mucho porque este año cumple 44 años. Pero el ilerdense es un tipo valiente, con personalidad y lleva dirigidos más de 50 partidos internacionales. ¡Al loro!.