Un anfitrión quebradizo

Ni Hierro, ni Anquela. El Real Oviedo se mantiene muy por debajo de las expectativas despertadas por el potencial operativo y la procedencia de su capital. Esta temporada apunta a mejor visitante que local, pues en el Nuevo Carlos Tartiere solamente ha conseguido ganar dos de los cinco envites disputados. Allí empataron Extremadura y Elche y encajó una escandalosa goleada a pies del Real Zaragoza como contraposición a victorias mínimas sobre el Osasuna y el Albacete. Visitó Palma en la primera eliminatoria de Copa, a partido único, y causó una paupérrima impresión, sin llegar a rematar ni una vez a la portería de Parera.

Sin su principal referencia ofensiva, Toché, el ex mallorquinista Joselu es su actual referencia ofensiva, pero ni Folch, como tampoco Saúl Berjón, producen la cantidad de juego ofensivo que necesita un aspirante a terminar en posiciones de play off, por pronto que sea para hablar de ello; de ahí que haya que permanecer muy concentrados en las acciones a balón parado, faltas y saques de esquina.

Vicente Moreno se ha llevado a 19 jugadores. Una hora antes del partido sabremos si la presencia de Carlos Castro en la lista obedece a algo más que la oportunidad de visitar a su familia. Manolo Reina, lesionado, deja al mallorquín Parera la responsabilidad de vigilar los tres palos y por lo demás tanto Ferrán Giner como Gámez pueden jugar por el lateral valenciano, aunque en este último caso podría volver al equipo Joan Sastre o el capitán, Xisco Campos, con Russo formando junto a Raillo. Hay soluciones.

Arbitra el colegiado cántabro López Toca, que ascendió la pasada temporada y, según referencias, la pasó con nota. Es la primera vez que se cruza con el Mallorca.