Vacaciones merecidas (1-0 en Son Moix)

El asedio del Atlético en la segunda parte originó ocasiones para empatar un partido que el Mallorca abrió con un gol de Muriqi, cómo no,  al cuarto de hora, pero sin olvidar que Amath tuvo en sus botas el segundo gol que hubiera sentenciado el lance si apurar tiempo ni riesgos. No se pueden poner pegas a la victoria local en aras del esfuerzo, la resistencia y, puntualmente, mejor juego por mucho que su rival tuviera el balón más tiempo en su poder.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Rajkovic (2), Gio (1), Valjent (2), Raillo (3), Copete (2), Jaume Costa (1), Baba (2) Galarreta (2), A.Sánchez (1), Kang-in Lee (1) y Muriqi (3).

Minuto 45, Battaglia (1) sustituye a Baba, lesionado. Minuto 70, Amath (1) por Kang-in Lee y Grenier (1) por A. Sánchez. Minuto 86, Abdón (-) por Muriqi. Minuto 90, Russo (-) por Gio.

Atlético.- Oblak (1), Molina (1), Savic (1), Felipe (1), Reinildo (1), De Paul (1), Witsel (1), M.Llorente (1), Carrasco (0), Morata (1) y Griezmann (2).

Minuto 29, Correa (0) por Molina. Minuto 58, Lemar (0) por Carrasco. Minuto 67, Koke (1) por De Paul y Reguilón (1) por Reinildo.

ARBITRO:

Melero López (2), de Málaga. Con muy pocos errores, siempre bien colocado y firme en un partido complicado. Señaló 14 faltas a favor del Mallorca y 10 para el Atlético. Anuló correctamente un gol de Morata por fuera de juego advertido desde el VAR. Amonestó a Baba, Galarreta, Grenier y Kang-in Lee, del Mallorca y De Paul y Molina del Atlético. Sobró, en todo caso, la del ghanés.

GOL

Minuto 15, Antonio Sánchez lanza un disparo raso y muy duro desde 30 metros, Oblak para pero no retiene, Jaume Costa y Raillo acuden al rechace y este último consigue tocar hacia el centro donde está solo Muriqi que marca a portal vacío. 1-0

TIRO AL BLANCO

No lo hizo el Villarreal el pasado domingo y apenas lo intentó el Atlético salvo en un tiro de Morata que logró repeler Rajkovic en una de sus tres o cuatro buenas intervenciones. Tirar a puerta. Cuando un equipo se cierra como lo hace el Mallorca, intentar tiros desde fuera del área es un antídoto a veces eficaz. Así fue batido Oblak y quizás no marcó su equipo, el Atlético, por probar otras suertes menos indicadas.

En realidad no se acaba de entender lo que puso en práctica Simeone al quitar laterales para pasar a jugar con dobles extremos, LLorente-Corre por un lado y Reguilón-Lemar por el otro, total para dibujar centros bombeados desde las bandas siempre bien defendidos por los tres centrales mallorquinistas o los que hicieran falta y, aun peor, para terminar sacando del área a Griezmann, su habitat natural, el único de su equipo capaz de poner balones en el área con evidente peligro.

El Mallorca se resintió en el segundo tiempo de la lesión de Baba. El ghanés no solamente para, destruye, recupera, sino que se muestra capaz de templar y mandar en su parcela porque antes del descanso la batalla se libró más en la zona ancha que en las áreas y en ella, junto a Galarreta, el mando fue bermellón. La entrada de Battaglia, por lesión de su compañero, limitó mucho la capacidad de desdoblamiento y hubo que apelar al repliegue y resistencia para asegurar un marcador con tanto tiempo por delante.

Esas extrañas operaciones desde el banquillo colchonero facilitaron la labor amurallada. El incesante trabajo de un Muriqi trabajador hasta la extenuación y el relevo de Kang-in Lee, agotado, por Amath, fueron las únicas opciones de contraataque hábiles para el anfitrión que, precisamente, en una combinación entre ambos tuvo la sentencia definitiva cuando corría el minuto 82 y el remate se estrelló en el cuerpo de Oblak.

Claro que tantas veces fue el cántaro a la fuente del área local, que solo tres paradas de mérito ejecutadas por Rajkovic y la cabeza de Battaglia en un tijeretazo de Witsel, evitaron un empate que, erróneamente, el Atlético consideraría justo ya que, si ponemos sobre la balanza el buen uso de las armas con las que competía cada uno, la puesta en escena del vencedor superó claramente a la del derrotado.

La liga se para. ¡Felices vacaciones! para quien alcanza el notable y amargas para los suspendidos.